1. El moro me hizo suyo (Tercera parte)


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Incesto Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    Ya había disfrutado 25 días de vacaciones en mi casa, pero aún me faltaban 20 días que iba a pasar con Jabibi.
    
    Viajaba en el avión que estaba a punto de aterrizar en Marruecos (Casablanca), allí me estaría esperando Jabibi.
    
    Nada más salir de la aduana, ya vi a Jabibi. Con una inmensa sonrisa en su cara, se abrazó a mí, y después de los saludos protocolarios, tiró por mí llevándome hasta su coche, donde dejamos el equipaje, volviendo luego al aeropuerto para tomar algo en la cafetería, ya que yo estaba muerto de sed.
    
    Nos sentamos en una mesa a beber unas cervezas, mientras hablábamos de lo que habíamos hecho esos 25 días en que nos habíamos separado.
    
    Dani, te he extrañado mucho, todas las noches he soñado contigo y tu hermoso culo, besar tus labios, y abrazarte junto a mí.
    
    Yo también te he echado en falta, bueno creo que el que más te ha echado en falta es mi culito. Pero al menos así ha podido descansar estos días.
    
    No sé si daré esperado a llegar a casa para darle la bienvenida como se merece. Tengo ganas de meterte la polla en ese rico y bonito culo.
    
    Tengo los huevos repletos y a punto de estallar, Dani. Esta noche te voy a follar hasta que amanezca. No te voy a dejar dormir, mi amor.
    
    Hablamos durante un buen rato, mientras íbamos consumiendo un par de cervezas. Al acabar, nos levantamos para marchar, pero antes de subir al coche de Jabibi, le pedí que me dejara ir a los servicios, ya que necesitaba mear.
    
    Jabibi entró conmigo en los aseos, al no ...
    ... haber nadie en ellos, me cogió de la mano, metiéndome en uno de los cubículos y cerrando la puerta.
    
    Nada más cerrar la puerta, me rodeó con sus brazos, arrimando mi cintura a él, bajó con su boca buscando mis labios. Puso la boca sobre ellos, empezando a pasar la punta de su lengua y saboreándolos. Poco a poco fue metiendo su lengua, hasta que se encontró con la mía, jugó con ella, la saboreó, succionó para luego ir mordiéndome los labios.
    
    Mientras tanto sus manos se aferraron al cinturón, lo desabrochó, luego siguió desabrochando el pantalón, tirando por él hasta conseguir bajármelos junto al slip.
    
    Espera Jabibi, espera, le dije. Déjame mear que me estoy meando.
    
    Dejó que me colocara para mear, sin dejar de acariciarme. Me sobaba el culo mientras con su barbilla apoyada en mi hombro, me susurraba cuanto te he echado en falta mi amor, que culito más rico.
    
    Subía sus manos por mi vientre acariciándome, fue subiendo mientras me iba acariciando, se paró en los pezones. Con sus manos empezó a pellizcarlos, mientras con su boca me mordía en el cuello y la nuca, ¡aaahhh mi amor! Necesito follarte ya, ¡aaahhh, que rico estás!
    
    Cuando terminé de mear y pulsar el botón de la cisterna, Jabibi ya se había bajado sus pantalones, mostrándome su polla que tanto había echado de menos. Puso las manos sobre mis hombros, haciendo que me agachara y llevara mi boca a su polla, que ya se mostraba en todo su esplendor. Me sujeté a sus piernas mientras abría la boca para dar entrada a ...
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