1. El moro me hizo suyo (Tercera parte)


    Fecha: 22/11/2019, Categorías: Incesto Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... aquella rica polla, que ya mostraba en su punta el brillo del precumen que empezaba a salir. Saboree con la punta de la lengua aquel manjar que ya salía, chupeteando luego todo el glande.
    
    Jabibi, se retorcía de gusto y desesperaba por no poder emitir sonidos que nos pudieran delatar. No aguantó más y me levantó por las axilas, dándome la vuelta y colocar mis manos sobre la pared. Me sujetó por las caderas, haciendo que me inclinara un poco, y sacara un poco el culo para dejárselo a su alcance.
    
    Mojó sus dedos con saliva, llevándolos luego a mi culo, repitió varias veces hasta mojar de saliva bien mi ano, luego acariciando el esfínter con un dedo, fue empujándolo, hasta que consiguió abrirme el culo.
    
    Apoyó con desesperación la punta de la polla en la entrada de mi ano, dio un pequeño empujón, y cómo si mi culo ya lo estuviera esperando, le dio entrada a su polla.
    
    ¡Ohhh! Suspiré al notar entrar el glande en mi culo.
    
    Jabibi me puso una mano en la boca y me decía: Calla mi amor, calla que nos pueden oír. Siguió empujando su polla, hasta que consiguió metérmela toda.
    
    Esperó unos segundos a que me acostumbrara y el culo se dilatara un poco, y poco a poco empezó a mover su pelvis, hasta que ya metía y sacaba la polla a toda velocidad.
    
    No tardó mucho en empezar a correrse. Daba fuertes embestidas mientras me mordía el cuello, e iba soltando su semen en el culo.
    
    Cuando terminó de eyacular, sin sacar la polla, cogió con su mano la mía, y dándome mordiscos en el ...
    ... cuello, me hizo eyacular a mí.
    
    Nos volvimos a besar, y después de un buen morreo, donde me volvió a dejar los labios hinchados y colorados cómo tomates, nos vestimos, saliendo del aseo con precaución y mucho sigilo.
    
    Llegamos al coche, nos sentamos y allí me volvió a acariciar la pierna. Mi amor, cuanto te necesitaba, me decía mientras me acariciaba la pierna.
    
    Jabibi, si no paras de meterme mano, me vas a hacer empalmar de nuevo. Mejor que arranques y me lleves a tu casa.
    
    Según íbamos llegando a su casa, me iba explicando las zonas por donde íbamos pasando, y la historia de la ciudad.
    
    Aquí es, dijo cuando llegamos a una casa de 3 plantas. Ahora conocerás a mi tío y su familia, como te dije, es toda la familia que me queda, y no temas nada, porque la casa es mía, y ellos saben todo de mí.
    
    Bajamos del coche, cogí la maleta, y fui siguiendo a Jabibi. Abrió la puerta, y allí en la planta de abajo, que era donde estaba la cocina, comedor y una gran sala, además de otras estancias que todavía desconocía, estaba su tío. Me presentó y le dijo que nos perdonara, que primero iba a subir el equipaje y acomodarme.
    
    Subimos al primer piso, entramos en una inmensa habitación, este es nuestro dormitorio, me dijo. Aquí tienes para guardar la maleta, y colocar la ropa. Allí está el aseo, y como ves esto es la cama. Era como un grandísimo colchón tirado sobre el suelo. Aquí dormiremos los 2, es nuestro nido de amor.
    
    Después de guardar la maleta y haber colocado la ropa que ...
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