1. La solución para Tono


    Fecha: 25/11/2019, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    (Continuación de “Fiesta con sauna y discoteca”)
    
    *****
    
    Tono estaba feliz de pensar que íbamos a ir a su casa. Para mi padre fue un motivo de alegría ir a casa de su prima. Se fue con el Tío Paco y compraron muchas cosas, una verdadera canasta de botellas, embutidos y no sé cuántas cosas más. Al final es que el Tío Paco se había apuntado a venir. Entonces decidí que los primos y Nestor irían juntos, yo me iría con mi padre y el Tío Paco. No sé por qué a todos les pareció normal. En el coche referí mi extrañeza y el Tío Paco me explicó que era lógico, porque él quería estar con mi padre y conmigo, pues nos tiene menos tiempo, y concluyó:
    
    —”Y tú, Jess, te has pasado una semanita que no has parado un momento en casa”.
    
    —”Me he dejado llevar por mis primos”, repliqué con pícara sonrisa.
    
    —”Me parece bien; te puedo asegurar que has sido para ellos un estímulo; ahora quieren estudiar todos, porque te han visto y se dan cuenta que una persona vale más por lo preparado que está”, dijo el Tío Paco, y yo notaba cómo mi padre escuchaba lo que decíamos con plena complacencia.
    
    —”Ahora te va a costar cuando llegues a casa, después de unos días tan intensos”, soltó mi padre.
    
    —”No creo, papá; tengo mucho por hacer, y los exámenes me van a tener entretenido, luego..., ya sabes..., luego tenemos muchas cosas que hacer tú y yo para preparar la venida de mis primos, porque te aseguro que todos van a querer venir..., seguro”, dije.
    
    —”Seguro que sí; y debes prepararlo todo ...
    ... bien porque los has de recibir mejor que te han recibido todos aquí”, dijo mi padre.
    
    —”Ya será difícil superar al Tío Paco, ya...”, dije, balanceando la cabeza hacia ambos lados y quedó mi cabeza reposando en su pecho, incluso escuché el latido apresurado del corazón del abuelo.
    
    Fue entonces cuando el Tío Paco estuvo reflexionando sobre lo que yo le había dicho de la casa y me dijo que le daba mucha alegría poder disponer para que todos tuvieran vivienda. Yo confirmé mi deseo para que mis primos pudieran disfrutar de las cosas de mi padre. La verdad es que nunca me había sentido tan contento de disponer de cosas a favor de los demás. Le dije al Tío Paco que yo quería tener una vivienda entre ellos pero más pequeña, porque la usaría menos tiempo y que las de ellos tendrían que ser amplias y cómodas ya que se pasarían todo el año allí. Intervino mi padre para decir que ya tenía pensado el proyecto y llevaría los dibujos al arquitecto de su empresa para hacer planos y para que mejorara el proyecto. Manifesté mi total aprobación y cuánto me satisfacía saber que se iba a realizar:
    
    —”Porque no somos unos niños con tiempo por delante, todos estamos con capacidad de formar un hogar no tan lejano en el tiempo, de ahí mi preocupación; pues no quisiera ver a mis primos alquilados, teniendo tanto espacio”, dije.
    
    —”Eso te honra, hijo, no esperaba menos de ti”, dijo mi padre.
    
    —”Y te honra a ti, Antonio, tener un hijo que mira por los suyos”, dijo el Tío Paco.
    
    —”Sí; y ahora ...
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