1. Mi sobrina querida


    Fecha: 25/11/2019, Categorías: Anal Autor: Euge, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus caderas. Tenía razón, una enorme cantidad de vello le salía de los costados.
    
    La hice recostar y poniéndole una toalla debajo de sus caderas empecé a recortarle los pelitos que sobresalían.
    
    Le pasé un poquito de crema y comencé a rasurarla. Cuando terminé le indiqué que se fuera a lavar y se fijara cómo le había quedado.
    
    Cuando salió estaba sin tanga y con el vestido levantado y me pidió que le sacara un poquito más de vello. Me acerqué y comencé a recortar y mis ojos no podían salirse de sus labios vaginales, de un color rosado y algo brillantes. Sin querer se los rocé y saltó en la cama.
    
    Le pedí que se quedara quieta porque la podía cortar y dos o tres veces más mis dedos acariciaron al descuido su vagina. Me acerqué para ver mi obra y no pude resistir la tentación de sacar mi lengua y pasársela sobre esos labios. No dijo ni hizo nada, así que continué. Mi lengua comenzó a introducirse y descubrí su clítoris, que metí golosamente en mi boca. En ese momento me olvidé de todo.
    
    Le levanté las piernas sobre mis hombros y, de rodillas al borde de la cama, le empecé a chupar la vagina como un desesperado. Le fui metiendo un dedo y con la otra mano, me bajé el cierre y empecé a masturbarme, alcanzando mi verga un tamaño increíble.
    
    Las piernas de mi sobrina me tenían como una presa y me empujaban hacia arriba. Le bajé los tirantes del vestido y le chupé los pezones rosados y duros como dos pequeñas frutillas. Me saqué la ropa y me quedé en slip con la verga ...
    ... colgando de un costado. Ella se sentó y me lo bajó.
    
    Mi pene apuntaba directamente a su boca y se lo acerqué. Abrió sus labios y con la punta de la lengua me acarició la puntita y, de repente, se lo metió todo hasta el fondo. Cerré los ojos y me empezó a mamar de una manera exquisita e increíble.
    
    Ni mi mujer lo había hecho nunca tan bien. La miré y sus ojos verdes se clavaron en los míos mientras me seguía chupando, dándome mucho placer.
    
    Le saqué el vestido y ahí tenía a mi sobrina querida desnuda mamándome la pija como nadie lo había hecho nunca. Me volví a arrodillar y le dí una flor de chupada a su vagina y culo. Pedía que le hiciera de todo de tan excitada que estaba.
    
    Me pidió que le metiera mis dedos y empezó a levantar las caderas rítmicamente, mientras se hundían en su sexo.
    
    La hice subirse más en la cama y le empecé a frotar la cabeza de mi sexo en sus labios. Ella se mordía para no gritar. La calenté durante muchos minutos y al fin me atrajo hacia ella cerrando las piernas en mi cintura.
    
    La penetré centímetro a centímetro, sintiendo como su vagina se apretaba en mi verga. Cuando la tuvo toda adentro, se la saqué y se la metí de un golpe.
    
    Sus ojos se pusieron en blanco y empezó a temblar. Se aferró a mí como si fuera un náufrago. Su orgasmo fue violento, largo. Lloraba y reía al mismo tiempo. Encontramos rápidamente el ritmo y acabamos juntos después de otros tres orgasmos de ella.
    
    Me dejé caer de costado y le acaricié los pechos. La di vuelta y le ...