1. Los limoneros II


    Fecha: 12/09/2017, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... colegio de otra ciudad cercana y allí me internaron de lunes a viernes ese año. Hablando salió a relucir el trabajo que habían hecho los tasadores con Alberto. -Interesas a ese muchacho, tiene un gran porvenir. -hablaba como para él mismo. -No hagas de Celestina tío, en principio no voy a dejar mi trabajo, me interesa, mucho, y además, ¿tú que sabes? -¿Yo?, saber…, saber…, no se nada pero le escuché hablar de ti, ayer cuando analizamos el resultado del inventario, Roberto le habló para que le acompañara a la casa de sus padres el sábado y sabes lo que le contestó… -se quedó en suspenso y aunque lo imaginaba le dejé seguir. -Que había quedado en llevarte a ti a cenar… -¿Y qué? No supongas cosas que no hay, le he caído simpático o tu les dejas mucho dinero en tus consultas. Igual es por tu culpa. -tiró de mi hombro para darme un abrazo el que no me había dado en el aeropuerto a mi llegada y no hablamos más. Raúl no se presentó, o no se acercó a la casa durante las horas que estuve, empleé bastante tiempo en prepararme, tomar un delicioso baño y vigilar mi cuerpo que, aunque no resulte un adonis, no tiene un gramo de grasa, y aún está todo estirado y en su lugar con mi inmaculada piel blanca. Casi todo lo que tenía debía agradecérselo a mamá que resultaba mi retrato, ella en mujer y yo en chico. Me pasé los dedos por el pelo para alborotarlo y que algún mechón cayera sobre la frente, y baje para sufrir la inspección de Matilde. Alberto se me quedó mirando, con cierta sorpresa ...
    ... que reflejaban sus ojos y en seguida curvó los labios en una mueca de agrado. -¡Wauuu¡…, se van a morir de envidia en el club. -cogió posesivo mi brazo y literalmente me arrastró hacia la calle, caminando rápido hasta donde había dejado su automóvil. -¡Espera, espera!, es mejor que vayamos en dos coches para que no me tengas que traer de vuelta. -no me hizo caso hasta que llegamos y abrió la puerta del acompañante. -Me lo estoy pensando, igual te rapto y no te devuelvo. Estás increíble Cristian. -su locura me hizo reír contento y halagado, y durante el trayecto lo miraba. Sí, Luis tenía razón en lo que decía, sobre que el muchacho tenía futuro, pero en todos los sentidos, en su trabajo y en su vida personal, conquistaba su espontaneidad, franqueza y alegría. ———————————— En el local donde me llevó a cenar tenía la mesa reservada y algunos comensales, la mayoría gente joven, le conocían y saludaban con gestos. También había elegido la cena, coctel de marisco y chipirones en su tienta con una ligera capa de arroz tostado por encima, antes pidió una copa de vermut blanco sin preguntarme lo que quería, luego se dio cuenta y me pidió perdón. -No tiene importancia, me gusta el vermut. -Me entusiasmo muy rápido y creo que tienes mis mismos gustos. volví a pensar lo mismo que en el coche. -Indudablemente a Alberto le gustaban los hombres, ¿pero sería activo o pasivo? Por su carácter y forma de controlarlo todo imaginaba que lo primero pero podría equivocarme. Hablaba sin parar mientras ...
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