1. El Baldío y El Mirador. 2ª parte.


    Fecha: 01/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... la invité a pasar, esa mañana andaba de suerte ya que mis compañeros de departamento, habían salido a sus casas a ver a sus padres y no vendrían hasta el lunes muy temprano. Ya dentro y sentados en la salita, ¡me comentaba lo que había pasado entre nosotros!, y que la verdad yo la había tratado bien, ¡y que quería pasar ese día conmigo!, ya que sus padres habían salido fuera de la capital, por cuestiones familiares, y no quería quedarse sola con el primo que esa mañana llegaba, así que salimos a comprar para comer y cenar los dos, al regreso desde la una de la tarde de ese sábado, vimos una película de alquiler, mientras comíamos, dejamos que nos hiciera digestión la comida, mientras platicábamos, pasadas las seis de la tarde nos fuimos a mi cuarto, ella solita se me entregaba toda, le hice el amor suave, ya que era muy chica, como para maltratarla mucho, así que inventamos posiciones, ella arriba de mí, yo encima de ella, de ladito, de cucharita, de piernitas al hombro, haciendo un excelente 69, ¡bueno el fin era, no maltratarla mucho!, nos dieron la una de la mañana del domingo, y el sexo entre nosotros seguía, logré sacarle tres orgasmitos con mucha lubricación, calientes, ¡hasta mi pene sentía que se quemaba!, en esa ocasión aprendí a controlar mi eyaculación, le saqué mi pene de su vaginita, ¡y ella se tragó en su boquita mi acabada algo abundante!, descansamos un poco, cenamos algo y nos hidratamos, vimos otra película desnudos, al acabar la cinta nos volvimos a ...
    ... entregar igual suave, esta vez acabamos juntos, ella en un orgasmito largo intenso, ya que le temblaba su cuerpecito y sus pezoncitos se erectaban, los cuales lamía suave y se los mordisqueaba, después de todo lo vivido esa madrugada, ella fue al baño a asearse yo me limpiaba con servilletas de papel del comedor, me fui al cuarto, ella me alcanzó ahí, se acostó desnudita poniéndome la colita en mi pene desnudo, que al contacto de su piel y el calorcito que irradia de esa zona, hizo que mi pájaro durmiente recobrara su vigor. Despacio, mi pene se fue alojando en esa pequeña vulvita, que me recibía cálidamente, y así me tenía arropado dentro de ella, y yo quieto, ¡sólo ella paraba el culito y lo bajaba!, al verla en esos movimientos, se lo saqué y me di a ponérselo en el ojito trasero al que con nuestras lubricaciones, ya lo había embadurnado bien, mi glande comenzó a presionar hacía el interior, pero se resbalaba, así que lo afiance con mí mano y en el ojito le comencé a presionar, ayyy, nooo, Marvin, ¡por el culo noo!, pero yo estaba excitado quería cuando menos extraviar mi glande dentro, con voz temblorosa le decía ¡déjate un poquito mamita!, sólo la puntita, ahhh, ahhhhhh, ¡qué rico siento picarte el culito!, ahhh, ¡pues ponle algo a mi culo, qué me duele!, ayyy, ayyyy, ok, espera, de una de las cajoneras de mis cuates, recordaba haber visto un gel lubricante, y para mi suerte lo encontré, me unte mi glande y a ella le puse bien en el anillo, nos volvimos a acomodar y otra vez a ...
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