El Baldío y El Mirador. 2ª parte.
Fecha: 01/12/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
... tratar de penetrar un poco, ayyy, ayyyy, ¡despacito ehh!, ayyyyy, ¿te gusta mami?, uyyy, ¡qué me va a gustar, duele mucho!, ohhh, ohhh, aummmm, aummmm, ¿dijiste que nada más la puntita eh?, sí apenas comienza a entrar, ahhh, ahhhhh, ayyy ayyyy, no me lastimes mucho, ayyy, ayyyyyy, ayyyyy, sin querer y sin forzar la entradita anal, ¡mi glande quedo trabado limpiamente en ese ojito ciego de Miriam!, ayy, ayyyy, sácalo, sacalooo, auuuuu, auuu, ¡mi pene no iba a abandonar ese rinconcito!, así que me mantuve quieto, unos minutos, ella comenzaba a calmarse, otro empujoncito y un poco más le alojé, pero ella no soportaba, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyy, argghhhhhhhh, eran gritos muy fuertes los que daba, así que comencé con cuidado la retirada, a manera de sentir y quedar sólo mi glande metido, poco a poco se fue calmando, y con eso metido me di a mover con sumo cuidado, ya no gritaba, sólo se dejaba hacer, hasta que acabe dentro de su anito, tomé una camiseta de dormir y al retirarme se la puse en el ano, se levantó y fue al baño, ¡ya de regreso me decía que le saque sangre del culo!, la revisé, ¡y sí alguna venita capilar se reventó!, pero no era mucha la sangre, sólo unas gotas, nos dormimos, le di una pastilla para el dolor antes, y como piedras los dos abrazados dormimos esa madrugada. Poco antes del mediodía del domingo nos despertamos, preparamos juntos nuestros desayunos, vimos un partido de futbol dominical, ya que yo soy aficionado a los pumas de la unam, terminado el juego ...
... salimos a comprar un pollo rostizado, papas fritas de bolsa, refresco y regresamos a degustarlo juntos, la nena estuvo feliz, antes de irse a su casa, volvimos a reencontrarnos sexualmente, en el mueble largo de la sala, lo hicimos ella arriba de mí, me cabalgaba a su manera, despacio, pero muy pegadita, ya su estrecha vaginita me albergaba sin problema alguno, sus gemidos hasta hoy los traigo en mi mente, ahhhh, ahhhh, Marvin, ahhhh, ahhhhh, ¡qué rico siento!, ahhh, ahhhhh, ¿me vas a dar lechita?, ahhh, ahhhh, ahhhhhhhhhhhh, ¡sí, te la vas a llevar dentro ti, y bien calientita!, ahhhh, ahhhhhh, nuestro acoplamiento en esos momentos estaba como pistón de motor subía y bajaba, suave, pero intenso a la vez, uyyy, uyyy, uyyyyyy, me hagoooo, me hagooooooooooooooooo, unos chorritos de su pipí bañaban mi parte baja, y así la mantuve pegada a mi pene, hasta que se le paso la sensación, mientras sentía el palpitar de esa cuevita que me apretaba a cada momento, ya no aguate más y mi esperma quedó dentro de ese útero de Miriam, que al sentirlo sólo decía que le quemaba por dentro. Ya después de pasar un fin de semana acompañado, y de una nenita de casi trece, la acompañé cerca de su casa, ya que ella vivía unas calle atrás de donde estaba mi departamento, me regresé a limpiar el desastre que hicimos Miriam y yo, lavé el mueble de la orina, abrí las ventanas a manera de despejar los humores propios de una relación sexual, para irme a dormir y esperar el siguiente día, que era inicio de ...