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Mi ahijado me coge
Fecha: 03/12/2019, Categorías: Gays Autor: jesimorena, Fuente: CuentoRelatos
... su clásica suspicacia, le reprendí con la mirada y dirigiéndome a mi ahijado murmure: —Esta es mi amiga Marlene, es algo alocada pero tendrás que aprender a tolerarla pues suele venir ocasionalmente Danilo sonrió dejando ver una línea de dientes blanquecinos que daban forma a una traviesa sonrisa —Un gusto Marlene, si usted es amiga de mi madrina debe ser una gran persona, por cierto lamento haberlas interrumpido y además perdonen que haya entrado así en bañador, supuse que no había nadie aquí —No te preocupes Danilito respondió Marlene, también nosotras andamos en pareo, por cierto, tu madrina se ha pasado hablándome de tus cualidades, pero por lo visto le falto mencionar “algunas”… dijo mientras bajaba la vista desde el abdomen marcado de cuadros hacia la parte baja de la pelvis donde se dibujaba un bulto de apetitoso tamaño. Lejos de incomodarse con aquellas miradas sobre sus genitales, el muchacho con un guiño de ojos respondió: —Pues para mí siempre será un honor que una mujer como usted note mis… “cualidades”… Marlene volteó mirarme sonreída, creo que a ambas nos agradó que el chico no se cortara —Ok ok, me encanta que en este tiempo todavía haya chicos galantes, pero odio que nos hagan sentir viejas con aquel trato de “usted”, así que por favor a mí me tuteas, y a tu madrina deberías llamarla por su nombre que se oye mejor. —Por mi encantado chicas, es más, en vista de que la tarde está calurosa, deberían venir conmigo a darse un chapuzón, ...
... para eso traen los biquinis no? Marlene se incorporó aceptando la invitación y sin pretender ser una aguafiestas agregué: —Sigan sigan que ya los alcanzo, voy por mis gafas Marlene tomó al muchacho por el brazo y entre risas se dirigieron a la piscina, dejándome perpleja ante la rapidez con la que hicieron confianza. Mientras caminaban mi amiga se quitó el pareo, llevaba un biquini violeta intenso que destacaba sobre su piel blanca, su cabello castaño le llegaba a los hombros, y viéndola desde atrás parecía apenas una veinteañera. Sus pechos eran de tamaño pequeño por lo que el sujetador no le causaba ningún lío, como en mi caso que al tener senos voluptuosos, frecuentemente tenía que mirármelos para ver si no se me escapaban del brasier. Ella tenía la ventaja de ser caderona, por lo que daba la apariencia de tener una cintura muy delgada, lo cual la hacía ver curvilínea, más aun cuando el par de tiritas de la tanga caían coquetamente en sus muslos. Yo usaba un biquini más tradicional de color turquesa, morena, de cabello largo ondulado; con silueta no tan perfecta, puesto que me faltaba un poco más de marcación en la cintura, pero compensaba con un vientre aceptable, y unos muslos fuertes que sostenían una cola respingona. Honestamente para los treinta y tantos que teníamos encima nos veíamos bastante bien, aunque debo reconocer que mi amiga era más llamativa, quizá por sus atuendos de corte juvenil y su carácter descompilado. Me quedé en el ventanal ...