1. Mi jefe tonto, un chaparro y esmirriado, creía que podría conmigo


    Fecha: 04/12/2019, Categorías: Primera Vez Autor: Svett, Fuente: CuentoRelatos

    ... que estarme masturbando en ausencia de Iván.
    
    Un viernes que llegué al colegio, de inmediato fui a su oficina y después de saludar al personal y al mismo director, aproveché que nadie se fijaba para enviarle un beso con la mano y con la otra me acaricié el bajo vientre muy sensualmente. El tipo se quedó boquiabierto y le brillaron los ojos lujuriosamente. Fui a la sección de baños de la oficina y esperé afuera, se estaba tardando en entrar Isaac y me metí al baño solo a hacer tiempo; unos minutos después salí y no vi al chaparrito; entonces me dije, pues él se lo pierde, tanto que anduvo de rogón. Ya caminaba hacia afuera cuando entró Isaac volteando hacia atrás para asegurarse que nadie lo seguía, cerró la puerta y con la lascivia en los ojos me preguntó si al fin aceptaba sus devaneos; le dije que sí pero le dije que tenía que ser en ese momento o nunca. Se acercó a mí y me dijo que me inclinara, pues además traía mis tacones de 10; tomó mis mejillas con adoración y me dió un beso muy succionado y movido, realmente me gustó y me dije, que bueno, parece que no estará tan mal como pensaba.
    
    Me dijo que pidiera permiso económico y él se encargaría que me pagaran el día y que lo esperara en un café cercano, así lo hice en un rato y me alcanzó en la cafetería; me subí a su auto y tomamos destino a su casa, en que vivía solo pues era divorciado y sus hijos vivían con su ex. De una bolsa del saco extrajo una cajita con moñito y me la entregó, diciendo que merecía más pero ...
    ... que era simbólico de lo que vendría después si lo complacía como él esperaba. Yo no lo hice por interés sino por curiosidad y necesidad, pero lo acepté de buen grado, eran unos aretes de buen gusto en oro con rubíes que me coloqué de inmediato para hacerlo feliz.
    
    Llegamos a su casa y muy cordialmente me abrió la puerta del auto y de su casa, dándome trato como de reina con sus galanterías. Me quitó el saco y lo dejó en el perchero, no sin respirar hondamente el perfume acercando el saco a su nariz. Me tomó del brazo y me guió a la sala, donde me ofreció asiento y una bebida, vodka, mi favorita. Brindamos y empezó la conquista, con versos de amor, miradas libidinosas, caricias en mis manos, brazos, hombros; besos en mi cuello, se sentó en mis piernas y tomó mi cara con cariño y me plantó besos delicados que fueron subiendo de tono y profundidad. Realmente estaba gozando el preludio con el hombre que antes veía tan insignificante, pasé mis brazos tras su cuello y acaricié su cabello mientras él pegaba su cuerpo al mío repechándome contra el love sit.
    
    Mi respiración se tornó profunda y caliente al igual que Isaac, sus manos bajaron a mis hombros y de a poco bajó mi blusa metiendo sus manos en mi espalda, ni modo, pensé, el cuello de mi blusa se estiraría mucho y se vencería. Pero fue peor, me di cuenta de su fuerza cuando rompió mi blusa de un tirón. Me dijo con cariño que no me preocupara, me regalaría muchas mejores. Bajó también mi sostén por mis brazos hasta la cintura, ...