1. EL TORMENTO Y EL EXTASIS (1)


    Fecha: 08/12/2019, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues

    ... trocados en música mucho más suave e íntima lo que tampoco quería decir que resultara menos sensual que lo anterior. Lo único, era que estos otros ritmos, mucho más románticos que los precedentes, inducían a la compenetración de la pareja, a la caricia suave pero intensa, al beso tierno mas lleno de pasión y sensualidad, como si ambas bocas desearan fundirse en una sóla; al abrazo que incrusta ambos cuerpos, el uno en el otro, como si intentaran fundirse ambos en uno sólo… Juanjo y Laura no eran pareja; Juanjo y Laura no eran novios… Pero Laura se estrechó contra su hermano como una lapa, como quien se ahoga se ceñiría a un ser o una tabla salvadora… Como el ser perdido en el desierto y sediento se aferraría a una fuente de agua, por escasa que ésta sea… Y Juanjo la recibió entre sus brazos, contra su pecho, contra su pelvis con el mismo anhelo que el condenado a muerte esperaría el indulto salvador en el último instante de su existencia… Al poco, Laura notó por allá abajo, donde el pubis terminaba para que su más femenina intimidad empezara a abrirse en vertical, la ya casi olvidada dulzura del empuje de un “ariete” masculino en todo su esplendor dimensional, en todo su esplendor de infinita firmeza y dureza, pues lo vivido en la putería había sido muy, muy penoso y sus recuerdos sólo eran tristes. Pero entonces era distinto. Se sentía electrizada, anhelante por sentir más y más aquel “ariete” que se le hacía amenazaba con taladrarla y una gran dulzura embargaba su cuerpo ...
    ... pero también su espíritu. En aquellos momentos Laura era feliz, dichosa… Intentó recordar momentos semejantes en su vida, pero no halló ninguno que le hubiera transmitido lo mismo. Ni siquiera cuando, todavía novios Emilio y ella, consintió en que él la hiciera mujer… Tampoco cuando pasó su primera noche con Emilio, recién casados los dos… Hasta entonces, esos habían sido los momentos más bellos y dulces de su vida, los que recordaba con más placidez; pero esto de hoy era muy distinto; ni punto de comparación con aquellos otros. Era como si al fin hubiera encontrado lo que toda su vida buscara, lo que toda su vida hubiera ansiado y por fin lo tenía Laura se estrechó aún más a su hermano, si es que eso todavía fuera posible, y su boca buscó ansiosamente la de ese hombre que la estrechaba hasta casi asfixiarla. Se unieron ambas bocas y sus lenguas se enlazaron enloquecidas, se acariciaron la una a la otra lamiéndose arriba y abajo y rebuscando cada una en la boca ajena hasta recorrer uno a uno sus más recónditos rincones. Los dientes mordieron los labios ajenos con furia, como fieras salvajes que se buscaran para destruirse la una a la otra, pues tras los labios buscaron morder los cuellos, las nucas, pero sin asomo de intención destructora, sino de dar y recibir placer en el paroxismo del cariño, del amor. La pasión de Laura subía enteros sin fin y su bajo pubis, allá por donde esa su intimidad más femenina latía encendida, encendiendo toda esa región del organismo femenino, ...