1. EL TORMENTO Y EL EXTASIS (1)


    Fecha: 08/12/2019, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues

    ... eso ya hablaremos Laura… Ahora dúchate y ya hablaremos cuando salgas… O esta tarde… • Lo siento Juanjo, pero tengo que irme a casa. A las dos, en una hora más o menos, recojo a los chicos de la guardería y los traigo a casa. Así disfruto de ellos hasta las siete. A esa hora viene una mujer y se queda con ellos, cuidándolos, hasta la mañana siguiente que los deja en la “guarde”. • Lo sé Laura. Anoche, cuando te quedaste dormida, miré en tu bolso y en el móvil encontré el teléfono de tu casa. Llamé y hablé con la mujer esa. Le dije que soy tu hermano y que tú estabas indispuesta. En fin, que ella recogerá a los niños y los tendrá en casa hasta que lleguemos. Laura, más tranquila, fue a ducharse. Cuando acabó y salió del baño la esperaba otra sorpresa de su hermano Juanjo: Esa misma mañana había ido acomprarle ropa nueva, quemando la anterior. Ella debía romper con todo lo anterior y empezar a vivir de nuevo. Así que hablaron… O, mejor dicho, habló él, pues Laura no pudo hacer otra cosa que decir amén a cuanto él disponía. Ni una palabra en contra de lo por él planeado le consintió y ella al final se dejó llevar. Desde ese día ella y sus hijos vivirían allí, con él; y el piso de ella se vendería. J uanjo le dijo también que si quería trabajar para ser ella quien sacara adelante a sus hijos, él no se opondría y que hasta la ayudaría, pero que si prefería quedarse en casa para dedicarse a sus hijos exclusivamente tampoco habría problema pues él se responsabilizaría de ella y ...
    ... sus hijos; que de cualquier forma, desde entonces no tendría que preocuparse para nada en absoluto pues allí estaba él para que nunca les faltara nada ni a ella, su hermana, ni tampoco a sus sobrinos. Al final, Laura asintió a todo, pero dejando bien claro que de sus hijos sólo ella se responsabilizaría, por lo que desde ya buscaría trabajo. Aquella noche ya durmieron en casa de Juanjo su hermana y sus dos sobrinos, para lo cual les dejó su habitación, la grande de matrimonio, para que en esa cama pudieran dormir Laura y sus dos hijos. Además en menos de una semana Laura estaba trabajando en jornada de mañana, de ocho a quince horas. Juanjo la había procurado empleo en la empresa donde él mismo trabajaba, una de Seguridad Privada especializada en la custodia y transporte de fondos bancarios, esos furgones blindados tripulados por varios vigilantes jurados armados. Desde entonces la vida diaria para Laura se tornó plácida y serena. Cortó radicalmente con todo cuanto tuviera que ver con su vida anterior, incluso la que viviera con Emilio, el que fuera su marido y que todavía, formalmente al menos, al no estar divorciados, seguía siéndolo; así todo ello pasó a ser como un mal sueñopara ella. Un mal recuerdo que consiguió borrar de su memoria, logro al que en forma alguna fue ajeno su hermano Juan José, pues la atención y cariño con que él la rodeara fue sólido cimiento sobre el que Laura erigió el nuevo edificio de su vida. Para Juanjo, la llegada de Laura a su casa le sirvió de ...
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