Vanesa: Plan de estudio
Fecha: 13/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
Luis ya había fallado en su primer intento para ser admitido en la universidad, así que si no quería perder otro ciclo escolar, debía prepararse bien. Su madre le pidió de favor a su hermana Vanesa que le ayudara. Ella es profesora de preparatoria de 26 años y la más guapa de la familia, pelo castaño y unos ojos grandes y hermosos. Pero además tiene un cuerpo divino, sus pechos siguen firmes, como en la adolescencia y sus caderas eran amplias, con unas nalgas redondas y grandes. Profesores y alumnos quedaban babeando a su paso.
Por supuesto ella aceptó, ya antes había tenido a Luis en regularización. Y sabía que él tenía potencial, aunque no tenía ni idea de lo que pasaría.
—Claro, que venga de cuatro a seis.
—...
—Sí, no te preocupes. Le dices que dejo un juego de llaves debajo del tapete.
—…
—No te preocupes, Luisito es muy buen niño, si si, te llamo luego… adiós.
Después de recibir todas las indicaciones, y de advertirle que no causará problemas, Luis fue hasta la casa de su tía, tocó varios minutos, luego buscó las llaves y entró para instalarse en la sala. Quince minutos después se abrió la puerta, Vanesa entró como cada día. Apenas cruzó la puerta se soltó el pelo, se quitó los tacones y aflojó su blusa, cuando estaba a punto de bajar el cierre de su falda y caminar en calzones hasta la ducha recordó que su sobrino vendría e instintivamente volteó a todos lados. Cuando cruzaron las miradas, Luis estaba sonrojado, no sabía si saludar o cerrar los ...
... ojos.
—Hola Luis, tengo refresco en el refri te ves acalorado.
—No… no…
—Bueno, espérame que me doy un baño y estoy contigo.
Cuando salió, ya con unos leggins vio que su sobrino tenía un vaso de jugo en la mano.
—Qué bueno que encontraste algo. A ver dime, ¿qué te falla?
—No se… todo!
—No, como que todo, vamos a repasar cada cosa hasta que aprendas ok!
—Ok!
Luis estaba muy atento, pero al escote de la camiseta de Vanesa, dejaba ver un poco sus hermosos pechos, de álgebra o lo que fuera no entendía nada.
—Me voy a preparar un sándwich, ¿Quieres uno?
—No… gracias!
Mientras se dirigía a la cocina le volvió a preguntar. Y al girar la cabeza noto como los ojos de su sobrino estaban clavados en el movimiento de sus caderas.
—¿Seguro?
—Si si seguro.
A ella no le molesto, sabía que provocaba esa reacción en los jóvenes de su edad, pero le pareció raro que su sobrino la viera de esa manera. Al día siguiente trató de averiguar un poco más de su sobrino del que no sabía más que su nombre.
—¿Cuántos años tienes Luis?
—Acabó de cumplir dieciocho
—Pensé que tenías diecisiete, ¿y tienes novia?
—No
—¿Por?
—No sé, por feo creo.
—Eres guapo, allá ellas que se lo pierden.
Se despidieron a las 6:00 en punto y ahora si se quitó las zapatillas, aflojó su blusa y la falda fue cayendo hasta los talones. Se dio un baño y se tiró a ver la tv hasta quedar dormida. Por la mañana, después de ducharse le pareció extraño que su cajón de la ...