1. El Demonio de mi Hijo


    Fecha: 12/12/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... dejaba de mirarme, casi sin pestañear, no estaba asustada pero esa mirada fija con los ojos cargados de deseo me ponía nerviosa. Lucas se levantó de su silla y se sentó encima de mis piernas quedando frente a mí.—Te juro mamá que a partir de ahora no tendrás una sola queja de mí. —me dijo apoyando su frente sobre la mía.—No jures cosas que luego no cumplirás y quítate de encima por favor estoy comiendo.—Créeme mamá esta vez lo digo en serio. —decía besándome el cuello.—¡Cómetela Lucas! —dijo el imbécil de Mariano quitándome el sándwich de las manos.—¡Basta Lucas! Deja de hacer eso. —protesté.—Solo quiero demostrarte cuanto te quiero. —dijo sin dejar de besarme el cuello.Un centenar de escalofríos recorrieron mi cuerpo. Temía que quisiera besarme pues se iba acercando a mi cara cada vez más hasta que juntó sus labios con los míos. Me quedé cortada, sin saber qué hacer, pensaba rápidamente cómo escapar a aquel acoso mientras él intentaba abrirme la boca con su lengua, le aparté con las manos pero en cuanto sentí las suyas sobre mis pechos me quedé paralizada, Lucas me levantó la camiseta y hábilmente me subió el sujetador liberando mis pechos.—Por favor Lucas no sigas. —le rogué.—¡Joder qué tetas mamá! Son preciosas. —decía sobándomelas.—No por favor… —no pude seguir hablando ya que juntó sus labios con los míos pillándome por sorpresa y me metió la lengua dentro de la boca al mismo tiempo.No quería besarme con mi hijo, moví la cabeza de un lado a otro, Lucas me la sujetó con ...
    ... sus manos y empezó a morrearse conmigo delante del imbécil de su padre, el cual colaboraba sujetándome las muñecas hacia atrás, inmovilizándome los brazos. No colaboré, es decir no moví la lengua para nada, sólo lloraba rota por la humillación y lo peor era que aún llena de vergüenza empecé a tener sensaciones.Sentía cosas olvidadas de tantos meses sin tener contacto íntimo con mi marido y el hecho de que fuera mi hijo quien me las estaba despertando empeoraba las cosas ya que a pesar de todo me excitaba. Me pidió que yo también le tocara pero como he mencionado antes no quise colaborar en esta aberración.Mi hijo dejó de besarme y me miró a la cara. Su expresión no era de pena, ni de deseo febril sino de inmenso cariño. Acercó su boca a mi cara para besarme los parpados y lamerme las lágrimas despacio. Sin previo aviso me besó en la boca metiéndome la lengua de nuevo, viéndome perdida empecé a mover la lengua yo también. Lucas me sujetó la cara con las manos e imprimió más pasión al morreo, segundos después me soltó la cara para dedicarse a sobarme los pechos.Había momentos que recobraba mi autoestima y ponía todo mi empeño por mantenerme fría ¡lo juro! Pero todo se tornaba en mi contra. Los pezones se me pusieron duros como piedras, mi vagina segregó flujo y mi cerebro generaba deliciosos escalofríos que me sobrecogían de placer. Y es que aunque no quisiera, mi cuerpo respondía a los estímulos de manera natural. Mariano al darse cuenta del tamaño de mis pezones se lo dijo a ...
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