INSPECTOR DE TRÁNSITO 3
Fecha: 13/12/2019,
Categorías:
Intercambios
Autor: ProfeRicardo, Fuente: SexoSinTabues
... que su marido podría notar algo, ya que nunca la habían penetrado analmente, ni él ni nadie más. Esa noticia exacerbó los ánimos de Raúl que inmediatamente exigió ser el primero en hacerlo pero su negativa fue rotunda, apenas pudo dedearla analmente un poco, descargando finalmente su leche en la cara hermosa de esa ama de casa. Se despidieron con un simple beso y la promesa de volver a hacerlo cuando exista la mínima chance. Fue el domingo que Raúl sorprendió a Jaime con una llamada sorpresiva, pidiéndole y exigiéndole que ya era hora de compartir a su esposa (total cinismo del joven). J: ¡Aló! Raúl, que sorpresa muchacho. R: Don Jaime, no aguanto. J: ¿Qué pasa amigo? ¿Todo bien? R: Quiero poseer a su esposa. La pienso todo el día, sus curvas, su piel. Ando todo el día con la verga durísima pensando en ella. Le soy sincero. J: Raúl, estoy con familiares al lado, no puedo hablar mucho (bajando el tono de voz) R: Entonces dígame que si acepta, mañana mismo que usted llega a Chiclayo lo podemos hacer. Conozco un hotel cómodo y discreto. J: Ehmmm, no te entiendo amigo. ¿De qué hablas? R: Mañana, llévela a pasear, a tomar algo, qué sé yo, luego la lleva al hotel Arizona que está ubicado por la salida a Pimentel, ahí voy a estar yo en otra habitación, y esperando que me mande mensaje para ir a su cuarto, de sorpresa. J: Vaya, lo tienes todo planificado, pero tendría que conversarlo primero ¿no te parece? R: Bueno, si usted piensa que yo me conformo con simples llamadas telefónicas, ...
... usted se equivoca. Seré claro con usted Don Jaime. Mañana, el culo de su esposita tiene que ser mío, sino se acaba nuestra amistad. Lo estaré esperando desde las 10:00 pm en el Arizona. Adiós. J: Pero Raúl, yo… Tercera Semana: El desenlace Eran las 10:15 pm. Raúl miraba televisión cómodamente recostado en una cama de alguna habitación del hotel Arizona, cuando de repente suena su celular; era un mensaje de “Don Jaime” que decía textualmente: <Ya estamos aquí, hab-305>. Inmediatamente el joven se acomodó la ropa y salió sigiloso por los pasillos del hotel buscando la habitación indicada; cuando la encontró, abrió despacio para sorpresa de la pareja de esposos, en especial, de Graziela. G: ¿Raúl? ¿Qué haces aquí? (observando despavorida a su amante, para luego mirar a su marido con desconcierto. Ella pensó lo peor) R: Tranquila, Graziela. La vamos a pasar de lo más lindo. ¿No es cierto, Don Jaime? (acercándose lentamente hacia la estática mujer y quedando de pie frente a ella) J: Si, querida. Hay que intentar algo nuevo, te lo suplico (era Don Jaime desde el otro lado de la cama, quien le suplicaba a su esposa para hacer algo nuevo, sin saber, cual cornudo él, que su esposa ya había follado un par de veces con ese macho que sabía actuar muy bien su inocente calentura sexual) El silencio se apoderó del cuarto de hotel, y fue Raúl quien volvió a irrumpir con sus palabras. R: Bueno Don Jaime, parece que su esposa no se decide, está muy tímida. En realidad, depende de usted, quien ...