La madre de Renato
Fecha: 14/09/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Jorge, Fuente: CuentoRelatos
De todas las experiencias sexuales de mi juventud, la que me trae recuerdos más vividos es la relación con la mamá de Renato. Estaba en mis 20 y Renato era mi mejor amigo, estábamos en la universidad y siempre era un rollo para mí eso de estudiar en casa, vivía en un departamento pequeño con mis padres y otros 2 hermanos menores que no paraban de joder y me era imposible concentrarme en los estudios, por lo cual siempre terminaba estudiando en casa de Renato cuyos padres llevaban una vida más acomodada y tenían una casa más confortable y espaciosa, además de las esmeradas atenciones que nos prodigaba su madre, que sobre todo conmigo, era muy amable y agradable.
La mamá de Renato ya estaba pasada de los 50, pero era una medio tiempo de muy buen ver, tenía un rostro agradable que evidenciaba que fue bonita en su juventud y un cuerpo bastante macizo para su edad, era más bien alta con piernas bien torneadas, buenas caderas y un culo bien formado, duro y redondo, mas unas tetas bastante grandes. No es que se vistiere provocativamente, pero le era imposible disimular su cuerpo escultural, que resaltaba con las ropas que usaba, ciertamente bien ceñidas así que en varias oportunidades había provocado mis sueños eróticos y más de una paja aliviadora.
El día en cuestión estábamos en el cuarto de Renato, estudiando biología, él, su novia Claudia y yo, el tema estaba bastante aburrido y Renato y Claudia hacia un buen rato que, entre una cosa y otra, estaban magreándose, sin ...
... cuidarse de mi presencia, Renato le metía en ocasiones la mano por debajo de la falda o entre sus senos, provocando sus risas, débiles protestas con llamados al orden y muchas miradas lascivas, en algunas ocasiones quedaban expuestos, sin ningún pudor, sus atributos y yo miraba disimuladamente, estas situaciones eran habituales cuando estudiábamos, por lo cual ya yo estaba acostumbrado y había apreciado en varias oportunidades los senos y el culito de Claudia. En un momento determinado Renato, que ya estaba mandado, olvidándose de mi existencia, le comenzó a dar una incipiente pajeada por encima del blumer, en respuesta a lo cual ella abrió todas sus piernas y empezó a gemir, presentándome sin tapujos toda su panochita en la cual terminó bailando un dedo de Renato que había apartado el blúmer hacia un lado. Esta situación finalmente me había puesto cachondo, así que salí del cuarto a refrescarme un poco y darles espacio para sus juegos.
Comencé a vagar por la casa y pensando que la mamá de Renato no se encontraba me metí a su cuarto para revolver sus ropas íntimas y pajearme pensando en ella, cuando, para mi sorpresa, escuche gemidos inconfundibles que venían del baño, la puerta estaba abierta y al asomarme observo a la mamá de Renato en la bañadera, sobresaliendo sobre el agua enjabonada sus grandes tetas con sus prietos y duros pezones que ella estrujaba y apretaba con una mano, mientras la otra se perdía dentro del agua, evidentemente masajeando y acariciando su panocha en ...