-
La chica rockera
Fecha: 19/12/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Era verano y acababa de terminar mi primer año de universidad. Era aquel dulce momento en el que no tienes demasiadas responsabilidades y tu única preocupación es con quién saldrás esta noche. Durante aquellas vacaciones me sentí especialmente libre y sin ataduras. Quizá esa libertad dio pie a todo lo que ocurrió aquella noche. Ese verano acudí a bastantes fiestas, celebraciones, cenas y salidas con amigos. Apenas tenía dinero ya que me costeaba mis gastos dando alguna clase extraescolar, así que mis vacaciones serían más bien modestas. En una cena con amigos que apuntaba más bien corta, las cervezas hicieron su trabajo y nos encontramos de madrugada buscando un lugar para tomar la última. Alguien había sugerido un pequeño local que llevábamos frecuentando los últimos meses y nos pareció un buen destino. Al llegar a la puerta, un amable portero nos escaneó con la mirada y a regañadientes nos dejó pasar. No tengo demasiados recuerdos de las siguientes horas, quizá por el alcohol o por ser una noche más de las decenas que viví aquel verano. Sólo había una cosa que marcó la diferencia, y era Rebeca. El local era pequeño, oscuro y algo deprimente si no está lleno hasta los topes. Nada más entrar te encuentras un par de escalones y una cabina de DJ a la izquierda. A la derecha había una larga escalera que subía a un pequeño balcón que hacía las veces de reservado. La parte baja tenía dos salas conectadas por un estrecho pasillo y unos baños situados al fondo. Nos quedamos ...
... en la parte baja, bailando y disfrutando de unas copas de dudosa calidad. Éramos un grupo de unas 10 personas pero rápidamente nos dispersamos entre las salas y la barra. Yo me quedé con otros 3 amigos, todos solteros. Nuestros ojos se posaron en un grupo de chicas que parecían estar fijándose en alguno de nosotros. Las siguientes canciones dieron pie a acercarnos más a su grupo y poder empezar a entablar conversación. Poco recuerdo de aquellos minutos ya que no parecía que ninguna de ellas estuviera interesada en mí. Decidí entonces ir al baño y aprovechar para despejarme de aquel ambiente más que cargado. Por el camino tuve que pasar por el estrecho pasillo del local que conectaba ambas salas con los aseos. Entonces me crucé de frente con una chica morena con una media melena lisa espectacular. Tenía los ojos marrones y las mejillas sonrosadas pobladas de pecas. Llevaba una camiseta de algún grupo de rock que no conozco, unos vaqueros ajustados y unas Converse negras. Tenía unas preciosas caderas y un pecho pequeño pero espectacular que se intuía bajo aquella fina capa de ropa. Desde luego no era una chica como las que acababa de conocer. Nuestras miradas se cruzaron, nos sonreímos y nos dejamos pasar mutuamente en el estrecho pasillo. Ambos aprovechamos para pegarnos al otro todo lo posible, incluso apoyé mi mano en su hombro para dejarla pasar. En aquel instante pude apreciar un perfume peculiar que no había tenido el placer de oler y que aún hoy recuerdo. De hecho alguna ...