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La chica rockera
Fecha: 19/12/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... los muslos. Aparté el tanga con rapidez y deslicé mis dedos índice y corazón por sus mojados labios hasta su clítoris. Iba completamente depilada y la suavidad de su entrepierna hizo que mi erección fuera, si cabe, aún más fuerte. Me aparté de su pecho y la miré a los ojos mientras introducía mis dedos dentro de ella poco a poco, viendo cómo su mirada se apagaba fundida en unos párpados que parecía que le pesaban. Cerró los ojos y se mordió el labio inferior mientras yo introducía mis dedos dentro de ella una y otra vez. Despacio. Con suavidad, notando cada uno de los centímetros de Rebeca. Casi inmediatamente un líquido ligeramente blanquecino empezó a deslizarse por mis dedos el cual aproveché para lubricarme mientras, con mi mano izquierda, hice el tanga a un lado. Rebeca se dejó hacer y con una suavidad que no he vuelto a experimentar me introduje en su interior. Hasta el fondo. Ambos soltamos un gemido mientras aguanté unos segundos dentro de ella casi por completo. Inmediatamente Rebeca me empujó contra el asiento del conductor y comenzó a subir y bajar mientras apartaba su pelo a un lado. Nuestros ojos estaban clavados en los del otro, mirándonos con deseo. Sentía cada músculo de Rebeca, cada centímetro de piel húmeda en contacto con la mía. No dejaba de mirarme ni un segundo mientras movía su cadera cada vez más y más rápido. Me dejé hacer. Agarré su perfecto culo mientras lamía cada pocos segundos uno de sus dos pequeños pezones. Rebeca se echó para atrás apoyando ...
... su espalda en el volante mientras subía sus pies a los lados de mi cadera. Yo deslicé mis manos por su cintura y pude ver su cuerpo por completo. Comenzó a moverse de manera delicada adelante y atrás mientras arqueaba ligeramente su espalda. Me descubrí completamente empapado por sus fluidos los cuales permitieron lubricar su clítoris al que me lancé de inmediato con mi pulgar derecho mientras ella no dejaba de moverse. Podía sentir sus contracciones mientras gemía con la boca entreabierta. No dejé de jugar con mi pulgar hasta que cerró su respiración, sus gemidos y sus movimientos se volvieron más y más rápidos. Pasados unos minutos se reincorporó y comenzó a cabalgarme casi golpeando nuestras caderas. Lo hacía con fuerza, sacándome de su interior casi por completo en cada embestida. En un par de ocasiones mi miembro salió por completo teniendo que introducirlo de nuevo dentro de ella apartando su precioso tanga rojo. Comencé a notar su agitada respiración en mi oreja mientras me agarró con fuerza pasando sus brazos tras mi nuca. Mientras agarraba su culo para acompañar sus embestidas un ligero gemido salió de su garganta acompañado de una elevación de su cadera. En ese momento mi miembro salió de Rebeca para caer sobre mi vientre acompañado de un flujo constante de un líquido traslúcido que empapó (aún más) mis caderas, vientre y muslos así como el asiento de mi coche. Me quedé helado durante los segundos que Rebeca tardó en reaccionar y, con una sonrisa de lado a lado me ...