1. El calvario de Luciana (11)


    Fecha: 22/12/2019, Categorías: Fetichismo Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... se dejó caer sobre la cama, de espaldas. Abrió sus piernas y dijo: -Vení, mamona, limpiame la verga con la lengua, quiero que me la dejes bien sequita.
    
    Luciana se arrodilló entre las piernas del cliente, se inclinó hacia delante e hizo lo que se le había ordenado. Después, profundamente satisfecho por el comportamiento de la putita, el hombre le dijo: -Ahora voy a dormir un poco y cuando me despierte vas a tomar otra mamadera, jejeje. –y segundos después roncaba estruendosamente.
    
    Dos horas más tarde despertó y sin delicadeza alguna hizo girar hacia él a Luciana, que dormitaba, y tomándola del pelo le puso el rostro contra su verga:
    
    -Metétela en el hocico, perrita, y reanimala, jejeje…
    
    Luciana se puso a chupar esa carne adormecida y pronto sintió que la verga iba despertando y poniéndose cada vez más tiesa hasta que logró una buena erección. La putita estuvo mamando y lamiendo durante más de media hora, entre los jadeos, gemidos y frases obscenas del cliente que por fin acabó, aunque esta vez sólo fueron dos chorritos delgados que la jovencita tragó rápidamente para después pasarse la lengua por los labios a la pesca de alguna gotita que pudiera haber quedado allí.
    
    Instantes después, ya recuperado del orgasmo y con Luciana yaciendo en silencio a su lado, el hombre le ordenó que lo mirara y cuando Luciana volvió su rostro hacia él le dijo:
    
    -Oíme, perrita, llevo años viviendo aquí y he conocido a muchas putitas de Emilia, pero a ninguna como vos, ninguna tan ...
    ... hermosa, tan apetecible.
    
    Luciana no entendió muy bien lo que ese hombre había dicho, pero lo vio sonreír y sonrió con una sonrisa apagada, la máxima expresión que la hipnosis y la droga le permitían. La había excitado chupar esa verga y tragar el semen, pero su mente estaba programada para saber que no podía hacer nada sin autorización, entonces dijo con ese tono monocorde que le era propio:
    
    -Estoy excitada…
    
    El hombre la miró con expresión triunfante:
    
    -¡Ahhhhhh, putita!, ¿así que te excitó haberme chupado la pija? ¿te excitó haberte tragado mi leche?
    
    -Me excitó haberle chupado la pija y haber tragado su leche…
    
    Vìctor W. se incorporó a medias en la cama y llevó una mano a la concha de la jovencita, que gimió al mero contacto de esos dedos con sus labios externos. El hombre metió el índice y el dedo medio en ese nido que era un río de flujo y tuvo ganas de una nueva forma de placer.
    
    -Masturbate, perrita. Quiero verte haciéndote una buena paja. –dijo y sacó los dedos arrancándole a Luciana un nuevo gemido. De inmediato la jovencita encogió sus piernas, separó las rodillas y comenzó a masturbarse con los ojos cerrados, en medio de un fuerte jadeo alternado con gemidos expresivos del intenso placer que estaba sintiendo y de la tensión que iba creciendo desde la vagina para abarcar poco a poco todo su cuerpo. El cliente la miraba con ojos agrandados por la calentura y de pronto comenzó a acariciarle las tetas y a jugar con los pezones. Luciana, presa de la más ...