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Servicio de habitaciones
Fecha: 15/09/2017, Categorías: Humorísticos Autor: Lib99, Fuente: CuentoRelatos
... imaginó que fuera capaz de hacer algo así –ojalá la hubiesen visto el idiota de Santi y aquella zorra con la que se largó–. Entonces, sosteniendo una sábana en las manos para cambiar la cama de la habitación 415, el corazón le da un vuelco y se queda paralizada: ¡las bragas! Con la excitación y los nervios olvidó volver a ponérselas. Se han quedado tiradas en el suelo de la habitación del desconocido, confundidas con su ropa. *** El joven, estirándose con placer sin levantarse de la cama, mira hacia la alfombra, alarga el brazo y recoge las bragas. Blancas, sencillas, sin adornos; una prenda útil para el día a día. Las estira con la mano y deduce que el color y la textura las hacen ligeramente transparentes, permitiendo intuir a través de la tela, cuando las lleve puestas, el triángulo de vello rizado del coño y, por detrás, la raja del culo. Las aproxima al rostro y aspira por la nariz. Reconoce el olor: la fuerte impresión de los jugos vaginales que también empapan su polla mezclada con el suave, casi imperceptible perfume que envolvía a la mujer. Mira hacia la puerta de la habitación, como si pudiera verla a través de la barnizada madera, y dibuja una sonrisa en los labios.