Lo que pasa en un autobús
Fecha: 25/12/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: Xander_racer2014, Fuente: SexoSinTabues
... largo marrón claro y los ojos de color miel. Para colmo, su sonrisa era mucho más hermosa que la de su amiga. Me estremecí un poco al ver que aquellas dos bellezas no dejaban de mirarme. Yo, al principio, creí que solo estaban de broma pero la rubia comenzó a hacerme señas con la cabeza. A señalarme hacia la puerta. ¿Acaso pretendía que parase en la siguiente parada y bajase? Hice un gesto de indicación y ella asintió, al igual que su amiga. No sabía que pensar. ¿Iban en serio? Mi corazón retumbaba solo de pensar en las excitantes ideas que me venían a la mente pero una parte de mí, no se fiaba. Aún quedaba bastante para llegar a casa y bajarme en otra parada, supondría esperar a otro autobús. Y por la noche no es que pasasen demasiados. Pero, ¿y si esas dos querían parar para enrollarse conmigo? Estaba en una difícil encrucijada. Tenía que tomar una decisión y tenía que hacerlo ya. Al final, pulsé el botón para detener el bus y este se paró. Sin dudarlo, me bajé y pude ver que las dos muchachas también lo hacían. Por su apariencia, debían de tener 18 o 19 años. Esperaba que fuera así porque como tuviesen menos…. Ambas se me acercaron sonrientes y me agarraron una de cada brazo. Luego, tiraron de mí, como si quisieran llevarme a algún sitio. Mirándolas a las dos, me fijé en que llevaban vestimentas parecidas. Camisetas top que dejaban al aire un atrevido escote y unas minifaldas que cubrían hasta la parte de arriba de la rodilla. Debían ir a una fiesta o en otro caso, ...
... venir de una. Fueron tirando de mí, adentrándome en aquel vecindario de luces apagadas y calles oscuras. El miedo comenzaba a meterse en mi cuerpo ¿Adónde me llevaban estas dos? Desde luego, no a un sitio confortable y seguro, bien visto. Temía haber metido la pata hasta el fondo y que esas dos estuvieran llevándome a algún sitio donde me esperarían unos tipos armados con navajas para desvalijarme todo lo que tuviera. Y quien sabe si ya de paso, para violarme. Sé que eso último sonaba estúpido pero cosas peores se escuchaban por las noticias todos los días. Tirando de mí, atravesamos aquel sombrío lugar, mientras yo no dejaba de mirar de un lado a otro, alerta por si algo o alguien intentaba atacarnos. Una vez terminamos, acabamos en un parque. Estaba vacío, ni una sola alma en kilómetros a la redonda. A lo lejos, se veía una parada de autobús, así que por esas, me podía sentir aliviado. Las dos chicas, agarradas a mis brazos, tiraron de mí para arrastrarme hasta un pequeño parque infantil que había allí. Se podía ver lo típico. Toboganes, columpios, caballitos de plástico para mecerse y una caseta grande de madera. Una de ellas se acercó a la caseta y abrió la puerta, invitando a su amiga y a mí a entrar dentro. Esperaba que no hubiera un vagabundo dentro durmiendo. De haberlo, yo sería el primero en salir por patas de ese lugar. Afortunadamente, no lo había, así que entramos sin rechistar. Me senté en una banqueta que había allí y las dos chicas se colocaron una a cada lado. ...