1. Y la búsqueda terminó…


    Fecha: 01/01/2020, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... mezclada), así que necesitaban de un semental que les ayudará a liberar su necesidad de sentir una barra de carne caliente adentro. Fue la experiencia más bizarra del mundo. Juan Daniel y su novio Leo resultaron magníficos pasivos. Y yo, resulté un semental de buena raza y paso fino, apenas para montar.
    
    Juan Daniel tenía un culo prieto, menos gastado que el de su compañero que absorbía todo lo que pusiera justo detrás. Así que no fue extraño que surgiera preferencia por Juan Daniel sin descuidar a Leo. Pude darles como quise. Resistían cualquier ritmo, duro, suave, profundo... A mi me gusta duro, lo admito. Estocadas contundentes, rápidas, o lentas, lo importante es que la fricción nunca pase desapercibida... Todo lo contrario.
    
    Es una lástima que, mientras Leonardo cabalgaba con mi verga ensartada en su culo, luego de una hora de atenciones a la pareja, se me ocurrió sugerir una doble penetración. Soy de los que si va a hacer algo lo hace bien, y con todo, así que me pareció justo que, ya que era mi primer trio y era un trio, seria genial que ese culo tragón de Leo albergará la verga de su novio y la mía a la vez. Pero no le gustó la idea y... Se incomodó.
    
    Yo, que no soy de alargar el estrés, aunque no me había corrido, decidí evitarme alguna escaramuza y me fui, tras llamar un taxi y beberme la última cerveza. Un pajote tranquilo en mi casa, con una eyaculación generosa, dieron final a mi primer trio.
    
    Luego... Conocí a un lindo personaje. Vive cerca a mi ...
    ... casa. Trabaja para una aerolínea y... Tiene el nombre de un personaje que da título a la novela más famosa de Goette. Así que decidí prestarme para ser su Mefistófenes.
    
    Al principio la idea era vernos para tomar un té y acompañarle en su noche de insomnio; quisimos ver una película y el tierno hombre (siempre son más altos y de complexión más abultada que yo) se recostó sobre mi pecho, mientras yo hacía ligeras caricias en su oreja, o pasaba mis dedos por su cabello dándole un masaje en su cabeza.
    
    Vaya remedios, superado el insomnio, para él. Yo estaba super excitado y una vez se durmió lo abracé y pegué mi erección a su culo. No pareció molestarle, ni sentir el contacto ni la fricción que le sucedió. En la mañana, ya un poco más calmado, conversamos otro rato hasta que no pude más y le propuse que nos hiciéramos una paja. Comenzamos el juego y... La verdad yo soy más amigo del silencio que de las palabras, por más guarras que sean, a la hora de tener sexo.
    
    Mi amigo seguía hablando y llego un punto en que se me bajó la erección porque no conservaba la excitación. Además su tono de voz me parecía demasiado dulce, nada sensual... Hasta que, nos dio por comenzar con las mamadas. Si, ahí calentaba más el asunto.
    
    Pero fue mejor cuando me pregunto si quería jugar en medio de sus nalguitas y yo no lo dudé... Le di una buena comida de culo hasta que me pidió que lo penetrará, y lo hice. Ya una vez dentro, su voz cambió. Ahora si era sensual. Me quedé quieto mientras se ...