1. Nadia, mi encule persa 1


    Fecha: 05/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Conocía Nadia, cuando ambos estudiamos desde el séptimo al noveno grado en una escuela cristiana donde mi querida madre fue consejera. Siempre fue de esas niñas que parecen muñequitas, muy bonita y bastante recatada desde aquella edad. Creo que desde entonces nos gustábamos, pero teníamos un pequeño problema, no nos comunicábamos bien, pues ella al igual que yo comenzábamos a adaptarnos a esta nueva cultura y sociedad de los Estados Unidos. Ella venia de Irán, y yo de uno de esos países centro americanos que siempre están en caos.
    
    Para la segundaria, convencía mi madre a ir a estudiar a una escuela pública, pues lo mío para aquellaépoca era el deporte del fútbol y en la escuela cristiana no tenían programas de deporte, además del tenis y basquetbol. Y bueno, gracias a eso y a que realmente no fui tan malo en el estudio me ganéuna beca y después de tres años en la preparatoria, por primera vez me alejo del seno familiar y me voy a la universidad en los alrededores de San Francisco California.
    
    Por pura coincidencia y después de 3 años sin ver a Nadia, aquel día se aparecen junto a su amiga de escuela de nombre Kashira en una de esas clases obligatorias de la universidad que sirven para guiar a los recién egresados. Me llamaron la atención, pues Kashira siempre vistióde ropa colorida y Nadia que ya a la edad de 18 años se había convertido en una bella y sensual mujer y que realmente llamaba la atención. Su rostro angelical siempre me gustó: ojos oscuros y redondos, ...
    ... adornados de unas cejas depiladas, pero siempre espesas, nariz pequeña y puntiaguda, boca de labios gruesos y sonrisa perlada, siempre con poco maquillaje; no lo necesitaba: Nadia siempre fue una chica naturalmente bella.
    
    No sési sus pechos llegaban a esa medida de los 90, pues mi calculo era que debería usar una de esas tallas C de alto número, su cintura si rondaba los 60, pero creo que sus caderas pasaban algunos centímetros los noventas, y era una vista espectacular, especialmente cuando usaba sus pantalones estilo capri de tela delgada, donde se marcaban las costuras de los relieves de su prenda interior.
    
    Por nuestra pasada amistad y para envidia de los otros muchachos, yo tuve la suerte de estar muy cerca de ambas, aunque realmente más cerca de Nadia, y Kashira lo sabía, pues creo que ella intuía que, desde ese comienzo de nuestra mocedad en la escuela cristiana, Nadia y yo nos gustábamos. Creo que ellas también habían notado mi cambio, pero en aquel primer encuentro después de 3 años sin vernos, les llamaba la atención mi cabello largo que cubría buena parte de mi espalda y al metro ochenta que había llegado a crecer.
    
    Obviamente desde aquel momento me lance a la conquista, y para no extender mi relato, debo decir que después de tres meses conviviendo en la universidad llegóel momento de declarárselo. Me dio una sonrisa y tan solo exclamó: Te acepto con la condición que te cortes el cabello. Sin pensarlo, salíde prisa de su dormitorio, Nadia de alguna manera ...
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