1. Mi cuñada, mi difícil obsesión (I)


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Incesto Autor: amarillo, Fuente: CuentoRelatos

    Mi señora, tiene una hermana menor de 30 años, médica, soltera y de muy buena figura.
    
    Luego de nuestros primeros años de casados, le fuimos agregando algunos ingredientes a nuestra relación, en ese entonces su hermana menor tendría unos 18 años y había cambiado para bien su fisonomía.
    
    Uno de los primeros juegos, fue fantasear que le hacia el amor a su hermana, de nombre Cecilia.
    
    Esta es muy recatada, estudiosa y sin muchas relaciones aspecto que me calentaba sobremanera pensando todo lo que se perdía y los placeres que uno podría llegar a darle.
    
    Es así que convencí a mi señora para que cuando estuviésemos en la casa de mis suegros donde ella vivía, consiguiera una prenda íntima de mi cuñadita, pretextando que me iba a calentar mucho que ella hubiera corrido el riesgo de ser sorprendida por su hermana en esta acción.
    
    A los pocos días concurrimos a lo de mi suegros y luego de haber pasado un par de horas nos fuimos a hacer unas compras. En una de las paradas, mi señora me dijo, "a que no sabes que tengo acá", señalando uno de sus bolsillos, para mi sorpresa extrajo unas diminutas bragas de color blanco con encaje, de ahí fui aumentando de temperatura, imaginándome la fiestita que se me avecinaba a la noche con mi mujer vistiendo la bombachita de su hermana.
    
    Por la noche mi señora, se puso un camisón trasparente, sin corpiño y las braguitas de mi cuñadita, Alejandra es de conformación más robusta que su hermana, comencé a besarla, la bombachita era cavada, ...
    ... en Alejandra parecía más diminuta aún, me dio ganas de comerle el chochito por sobre la prenda íntima y me imaginaba, que en ese lugar había apoyado su conchita Cecilia, cuando la di vuelta el espectáculo fue fascinante, le corrí la misma y de una se la introduje en su mojada vagina, mi señora recibió un flor de polvo y quedó más que satisfecha.
    
    A partir de ese momento y pese a que mi señora se ponía un poco celosa empecé a preguntarle más cosas respecto de su hermana, ahí me dijo que tenía tetas chicas y que como las de ella, que son grandes, apuntaba un pezón para cada lado, me dijo que su conchita era muy peluda, cosa que me empezó a calentar ya que mi señora y las mujeres que he andado diría eran normales y que tenía una colita plana.
    
    Me enteré que había tenido un noviecito y que se le había entregado siendo virgen, pero que su experiencia no había sido muy buena y que este la trataba de puta o ligera, pese a lo recatada que en realidad era. Yo me la empecé a imaginar igual que a mi señora que son de esas personas que cuesta hacerles prender la mecha, pero que una vez que uno lo logra no sabe dónde estarán sus límites.
    
    Así siguió la historia, unas vacaciones nos fuimos a Mar del Plata y cuando salían todos de casa, yo iba a su pieza y me deleitaba observando su ropa interior e incluso alguna vez me hice alguna buena paja con ellas y se las dejaba llenas de leche donde ella apoyaba su sexo y luego me imaginaba que ella se había puesto esa bombachita llena de mi ...
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