1. Mi cuñada, mi difícil obsesión (I)


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Incesto Autor: amarillo, Fuente: CuentoRelatos

    ... lechita, por supuesto que nunca participe a mi señora de esta novedad. Lo que sí un día le robé una pequeña bombachita rosa y blanca, justo el día que ella partía hacia la capital, esta fue el regalo sorpresa para mi señora en la noche y fue una alegría durante varios años por los polvazos que le echaba cada vez que se ponía esa prenda.
    
    Los años fueron pasando y empezó un período que no hablábamos en casa de mi cuñada ya que mi señora se chivaba, creo que yo demostraba demasiado mi calentura para convertir mi fantasía en realidad. Mi obsesión crecía y crecía, nos encontrábamos viviendo por razones de trabajo en el interior y me mandaron a la capital a hacer unos cursos, debía permanecer unos quince días, mi cuñada ya tenía unos 27 años en esa oportunidad y estaba muy buena, una de las particularidades que mantenía y más me calentaba era que tenía unas buenas piernas y usaba unas minifaldas increíbles y cada vez que se sentaba uno podía observar tranquilamente su bombacha de turno y el trapecio que formaban sus piernas con lo que yo imaginaba bien peluda conchita, obviamente este espectáculo eran tema de pensamiento en mis consabidas pajas.
    
    En esta oportunidad me comentó que se había ido a Estados Unidos para un Congreso Médico y que se había puesto de novia con un americano de mi edad, la diferencia con ella es de 16 años. Como ambos estábamos, ella con su novio en EEUU y yo con mi señora a varios kilómetros de la capital, la invité a ir al cine cosa que aceptó.
    
    El ...
    ... tenerla sentado junto a mí, sintiendo su rítmica respiración y viendo entre penumbras sus piernas, ella iba de minifalda, me hizo perder toda concentración y empecé a pensar de qué manera podía empezar a atacar a mi presa. Lo único que puede hacer fue tomarla de las manos y empezar a acariciar las mismas y luego a abrazarla tiernamente, pero ella no acusó recibo y me dejaba hacer tranquilamente, al término de la velada nos despedimos con un cálido beso en las mejillas y quedamos en juntarnos nuevamente.
    
    La experiencia se repitió días más tarde, con el mismo resultado, ese día me invitó a subir a la casa de mis suegros, ellos habían salido, y me invitó a ver TV en la cama de ellos, mi calentura iba en aumento, la veía junto a mí en esa cama matrimonial y por mi mente corrían mil fantasías, jugando en un momento dado nos fundimos en un abrazo y nos pegamos dos o tres revolcones, pero ella la cortó y se levantó presurosa de la cama y se dirigió a la cocina.
    
    Dos días más tarde me llamó a la casa de mis padres donde yo estaba parando y me invitó a salir, fuimos a un bar y luego nuevamente al cine, sentía junto a mi su respiración entrecortada y yo en vez de ver la película me la hacía, le puse una mamo en su muslo a la altura de sus rodillas y ella no dijo nada, lentamente comencé a subírselas, pero al llegar a la altura de sus muslos ella agarró mi mano y la retuvo, a la salida del cine la abracé y caminamos por la calle como si fuéramos un par de enamorados, al llegar a una ...
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