El carnaval de Tepoztlán
Fecha: 08/01/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
... tráfico de la gente que deseaba llegar ya sea por medio de autobuses o en su propio vehículo al “carnaval de Tepoz”
El autobús llegó a la terminal del lindo pueblito mágico casi a las 11 pm, por lo que el viaje y el día en general me dejó molida totalmente, baje del autobús con un horrible dolor en el cuello que me mataba, el dolor no me dejaba ni pensar. Al llegar al posada en la que me hospedaría, el hombre que me recibió en la recepción, un tipo de unos cuarenta años, de 1,90 m aproximadamente, de muy buena contextura física, velludo, cabello chino, bigote bien cuidado y una vocesota, en fin, casi tengo un orgasmo sólo de mirar a este varonil ejemplar del sexo masculino, obviamente el se percató de la reacción que me provocó su presencia, sin embargo, ni siquiera este macho que derramaba testosterona por cada poro de su piel podía hacer que en ese momento yo olvidara del feo dolor que sentía en mi cuello. El se presentó como Silverio Sánchez, y resulto ser el dueño de este establecimiento, por lo que mientras llenaba mi hoja de registro, me pregunto:
S- Se siente Ud. mal Srita.?
P- Si un poquito, el día fue pesado en mi negocio en la capital, y el viaje para llegar aquí no ayudó mucho más.
S- Lo se, puedo percatarme en su rostro, pues refleja el dolor que siente en su cuello y cabeza.
Mientras me acompañaba a la habitación asignada, le platiqué más detalles de los dolores que me atormentaban en aquel instante. Ya al entrar a la habitación, me dijo:
S- Yo ...
... soy masajista y tengo un certificado como quiropráctico, si Ud me lo permite Srita, con 2 movimientos en su cuello, puedo sacarle la contractura.
P- Oh! Adelante por favor, cualquier cosa con tal que el dolor desaparezca.
A continuación, se colocó detrás de mí y con sus dos brazos, me tomó por debajo de los míos y sus manos tomaron mi cuello, movió mi cabeza con un par de tirones que sonaron con un crack cada uno y mágicamente, el dolor, comenzó a ceder. Me aflojó todo el cuerpo y de no ser por este hombre que me sostenía, me hubiera caído al piso.
S- Se siente Ud mejor señorita?
Me preguntó sin soltarme y mientras me continuaba proporcionando un ligero masaje en mi cuello, a lo que yo totalmente sorprendida le contesté:
P- Si!!! Woooow!! Si mucho muy mejor de hecho!!
Alli fue cuando me di cuenta, que el contacto con su cuerpo, hacía que sintiera su bulto apoyándose sobre mi redondo culo.
Un poquito más y listo, me dijo sin dejar de masajear mi cuello.
Yo ya casi no sentía dolor alguno y si sentía el bulto que me apoyaba, crecer y la verdad, no me disgustaba, por lo que hábilmente di un par de pequeños brinquitos hacia atrás, excusándome en que me provocaba un poco de cosquillas, hasta que me soltó. Entonces le dije:
P- Muchísimas gracias!. No sé que hubiera hecho sin su ayuda, sinceramente yo creo que no hubiera ni podido disfrutar del carnaval.
S- Pues en verdad me da mucho gusto poder ayudar a mis clientas. Por favor llámame por mi nombre, soy ...