Una tarde muy sucia con mi cuñada
Fecha: 10/01/2020,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Climaxtian, Fuente: CuentoRelatos
... un mar jugoso, no podía creer todos los jugos que salían de su concha, esa mucosa que siempre encontraba en los papeles higiénicos usados tenían que ver con esto, mi cuñada es una rica pendeja calentona de apenas 21 años, se moja increíblemente. Sin dejar de sobar esa concha uso mi otra mano para tocar sus tetas, primero sobre su corpiño deportivo intentando meter mi mano desde su escote, pero la transpiración y la naturaleza de la prenda dificultan un poco la tarea, tiene esa prenda pegada al cuerpo, las aureolas debajo de los brazos y en el escote casi desaparecieron, ahora es todo el corpiño un gran aureola de sudor, hermoso.
Tironeo su corpiño hacia arriba hasta que se liberan sus tetas y caen como dos bolsas pesadas, las manoseo con muchas ganas, se sienten pegoteadas pero muy blandas, tiene la caída justa y entran a la perfección en mi mano, las apretó con fuerza, asomo la vista por sobre su hombro para verlas, son bien blancas y con unos pezones rosados grandes que terminan en punta, sentía muchas ganas de saborearlos.
Su corpiño quedo a medio sacar, fruncido como si fuese una banda elástica a la altura de sus axilas, solté muy a mi pesar esos labios calientes y jugosos de su concha y me dispuse a sacarle el corpiño, ella levantó sus brazos y me invadió la necesidad de chupar sus axilas, la gire un poco hacia mí con sus brazos en alto y use su corpiño mojado de sudor para improvisar una especie de amarre, con sus manos detrás de su nuca dejaba a mi voluntad y ...
... frente a mi boca sus axilas, una zona tan erógena como los genitales, chupar una axila sucia me calienta tanto como chupar una concha, y estas axilas particularmente estaban muy sucias, quizá no había usado desodorante o el sudor era demasiado, me excitaba cada vez más descubrir cualquier rastro de suciedad en ese cuerpo.
Lamia sus axilas como si fuese su concha, aproveche la posición para saborear también sus tetas que estaban bien saladas, se notaba que estaban bañadas en sudor, solté sus manos y ahora si estaba totalmente desnuda frente a mí, su pierna derecha metida en la bañadera, la otra sobre la alfombra del baño, nos seguimos besando, ahora a nuestras salivas mezclándose le agregué algo de su propio sudor producto de chupar frenéticamente sus tetas y axilas y alternarlo con jugosos besos.
No puedo evitar volver a llevar mi mano a su concha, sigue muy mojada, quiero probar esos jugos y lo hago, separo mi boca de la de ella y meto mis dedos en mi boca, un gusto agrio y un olor exquisito me invaden, vuelvo a meterle un dedo en su concha y vuelvo a llevarlo a mi boca, esta vez me acerco a ella y mis dedos sucios de sus jugos se entrelazan con nuestras lenguas en un beso hermosamente sucio.
—mmm que rica estas! —le digo mientras la beso
—ah sí?? Más bien sucia que rica, nene.
—me encanta, no te das una idea de lo que me calienta —nos seguimos besando apasionadamente, me envolvía toda la boca con su lengua, que ganas de sentir esa lengua saboreando mi pija ...