Descubriendo sus gustos - Relatos Eróticos

Descubriendo sus gustos

... Teresa, ufffffffffff, te aseguro que yo voy a disfrutar cada segundo” La mano derecha de Teresa seguía sin soltármela, acercó su cara a mi polla y dio un sutil beso en el glande, el contacto de sus labios me enloquecío, mi polla palpitó de nuevo y note como empezaba a soltar líquido preseminal; Teresa empezó a mover mi polla con su mano, restregando el glande por sus labios y cara, pringandose con mis fluidos. A la vez vi como su mano izquierda iba entre sus piernas, levantaba su falda, retiraba su tanga y empezaba a acariciar su coño; ella deslizaba su mano a lo largo de sus labios, en ocasiones dejaba de acariciarse para dar palmadas a su coño, sus gemidos se mezclaban con los míos. Teresa:” MMMM lo dicho Sergio, esto me va a tomar tiempo, tengo mucha polla para disfrutar, mejor será buscar un sitio para estar más cómodos” Según lo decía se levantó y sin soltar mi polla empezó a andar por el pasillo tirando de mí con suavidad mientras empezaba a desabotonar su blusa. Teresa:” Dejame ver en donde puedo ordeñarte como te mereces Sergio” Yo me deje guiar, mirando como se movía su cuerpecito delante de mí, como su mano tiraba de mi polla con suavidad; llegamos al salón y su blusa ya estaba completamente desabrochada, Teresa empezó a meter su mano izquierda por su sujetador y a acariciarse sus pequeños pechos. Teresa:” qué bonita decoración y ese sofá parece cómodo, pero un poco pequeño para un hombre alto como tú; déjame ver que mas opciones tenemos Sergio” Yo:” claro Teresa” ...

... Fué lo único que pude decir de lo excitado que estaba, mi polla no paraba de soltar lubricación, la mano de Teresa estaba empapada con ella y se escurría un poco pero ella agarro mi polla con más fuerza para no dejarla escapar. Teresa siguió andando por el pasillo y mirando para atrás fijando su mirada en mis ojos, con una sonrisa en sus labios, mientras su mano izquierda no paraba de acariciar sus pequeños pechos dentro de su sujetador. Llegamos a la puerta de mi habitación y teresa se asomo. Teresa:” Muy acogedora Sergio, y esa cama parece perfecta para poder seguir cuidando de tu rica polla” Entramos en la habitación, Teresa tiró de mí hasta la cama y se sentó en el borde, su mano soltó mi polla y desabrocho mis pantalones que cayeron a mis pies, luego también bajo mis boxers, mi polla palpitaba delante de su cara con líquido preseminal chorreando a lo largo hasta llegar a mis huevos. Teresa agacho su cabeza y empezó a tragar mi polla despacio, al verla y notarla comiendome de esa forma mis manos fueron a su cabeza y la empuje con suavidad para que se la tragara entera; ella estaba quitándose la blusa y el sujetador y pellizcando sus pezones, de nuevo sus gemidos se mezclaron con los míos, yo notaba la mezcla de su saliva y mi lubricación empapando mi polla, mis manos empujaron más su cabeza y a Teresa se le escapó un gemido, retiró su cabeza con rapidez y la levantó mirando a mis ojos. Aún había hilos de saliva que iban desde su boca a mi polla, sus ojos estaban un poco ...