1. Buscando consuelo en mi hermano


    Fecha: 14/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    ... miembro en el culo, que poco a poco iba cediendo y dándome una buena dosis del dolor que tenía tantas ganas de sentir, luego me puse en cuclillas apoyando los pies sobre el colchón y me di unos violentos sentones para que la verga de mi novio me llegara bien adentro, ay, era delicioso y me puse mucho más caliente y luego, como si Ricardo leyera mi mente, me pidió que me diera vuelta, y yo me puse en cuatro, deseando que me encajara su verga muy fuerte, ya cuando comenzó a penetrarme nuevamente por el ano, sentí como si me fuera a partir en dos y no pude evitar gritar y retorcerme, pero antes que él retrocediera un poco sacado de onda por los gritos y gemidos que el dolor me estaba arrancando, aventé mis caderas hacia atrás, haciendo que su miembro entrara por completo en mis entrañas y entonces le pedí a mi novio, casi llorando -Haz que me duela, mi amor, soy tu puta- y empecé a moverme como una loca clavándome su miembro, mientras él me daba una serie de ricas nalgadas con una mano y con la otra me masturbaba.
    
    No se de dónde venga el deseo de sentir esa mezcla de dolor y placer, pero descubrirla en casa de mi profesor hacía unos días, me había hecho casi una adicta a ello, así que desde ese momento, cada vez que Ricardo me ha cogido, me propina algunas nalgadas o me muerde, pues sabe cómo me prenden esas cosas; ay mi amor, cómo me gusta que me tomen fuerte por el cuello y me abofeteen cuando me cogen estando sobre mí "de misionero".
    
    Esa mañana, Ricardo calmó ...
    ... aceptablemente mis ganas de coger; cada vez que él eyaculaba, me ponía a mamar su verga para que estuviera durita lo más rápido posible y me complaciera otra vez; así agotamos el tiempo disponible en la habitación y el molesto encargado del hotel llamó por teléfono al cuarto para avisarnos que el plazo de cinco horas estaba por vencer. Dejamos el hotel y nos encaminamos a la escuela, en donde mi tío iba a pasar por mi.
    
    Cuando llegamos a la escuela, nos mezclamos entre los demás chicos aparentando salir junto con ellos y no pasó mucho tiempo cuando sonó mi celular. Era mi tío, disculpándose por que no podría pasar por mi como había quedado -No he terminado aquí, Candy, lo siento mucho. Pero te compensaré, lo prometo- Me decía mi tío al otro lado de la línea con esa voz que tanto me gusta. Y yo me resigné a no disfrutar de él esa misma tarde.
    
    Los días de esa semana avanzaron perezosos como nunca, pero ya por fin era jueves y aunque había podido coger con Ricardo una vez más, yo seguía deseando con locura ser penetrada, de verdad no podía soportar hasta que llegara el sábado e ir a la casa de mi profesor. Para mi mala suerte, mi tío no solo no pudo verme el lunes, si no que salió de viaje el mismo día que me plantó a la salida de la escuela y no pudimos hacer nada más. Mientras que los demás días, en la escuela, la clase normal con mi profesor pervertido fue como una tortura para mi, teniendo al profe Carlos frente a frente en el salón de clases, tuve que hacer un esfuerzo increíble ...
«1234...7»