1. De cancaneo (cruising) en la ciudad


    Fecha: 14/01/2020, Categorías: Intercambios Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... llegar.
    
    Hoy veo que tenéis una rica, tierna y jovencita putita, decía, mientras me miraba como me follaban ambos por mis 2 agujeritos.
    
    Si quieres, puedes ocupar mi sitio, le dijo el viejo lobo al recién llegado, que no era otro que el vigilante que nos habíamos saludado antes. No se hizo de rogar, se colocó delante de mi cara, y con la polla ya de fuera, me la empezó a meter en la boca, ¡uuuufffff! Que rico, ¡ooooohhh! Que boquita tiene.
    
    ¡Dios! Aquello me estaba haciendo que mi polla empezase a gotear semen en todas direcciones. Y es que el maricón, no paraba de culearme, y con cada embestida, me bamboleaba sin parar, ¡ooooohhhh! ¡ooooohhhh! Empezó a gemir el maricón, mientras me clavaba más a fondo su polla en mi culito, empezando a soltar leche en lo más profundo del culo, ¡oooooohhh! Putito, te voy preñar, ¡ooooooohhh! Que gusto, soltó el maricón.
    
    Cuando salió su polla de mi culito, el vigilante, no lo pensó 2 veces, me hizo levantar, y cogiendo mi cara con sus manos, empezó a besarme como si aquello fuera el fin del mundo, ¡oooooh! Que cosita rica, ¡oooohhh! Mi putita, te voy romper ese culito tan rico que tienes, mi amor.
    
    Les pidió a los otros 2 que no se fueran, el viejo quedó en la entrada vigilando, mientras el maricón se quedó ayudando al vigilante.
    
    El muy cabrón, mientras el vigilante me morreaba y sobaba por todas partes, empezó a sacarme los zapatos, para seguir con los pantalones y slip. Así estaréis más cómodos dijo el maricón.
    
    Joder, ahora ...
    ... estaba desnudo por completo, en la entrada a un comercio, siendo follado por 3 personas, en plena noche, ¡mmmmm! Aquello era de lo más excitante, me tenían super caliente, nervioso y a la vez excitadísimo. Aquellos 3 esa noche tenían a un jovencito en plena calle, desnudo por completo, y dispuesto para realizar de todo lo que se les antojase con él.
    
    Cuando se cansó de magrearme el vigilante, me hizo girar, y haciéndome inclinar, me sujetó por las caderas, y de una estocada, me clavó aquella polla en mi culo. ¡aaaaahhhh! Que estrechito y calentito tienes el culito, ¡aaahhh! Mi amor, que bien te entra. Te han llenado bien el culito de leche, mi amor.
    
    ¡Uuuufffff!, resoplaba yo, al notar como me estaba entrando aquel falo en mi culito, ¡ooooooh! Que placer sentía en esos momentos, ¡mmmmmm! Aquello era maravilloso.
    
    El vigilante que me estaba follando, era mucho más alto que yo, y cada vez que me metía la polla en el culito, me levantaba en el aire. La verdad es que no le costaba mucho, ya que yo pesaba 58 kilos, y con el corpachón que él era, no era gran cosa para él.
    
    ¡Ay mi amor! Me decía mientras me levantaba en el aire sujetándome con sus brazos, y clavando su polla en el fondo de mi culito, mientras era ayudado a sujetarme por el maricón, que ya me había follado.
    
    El maricón, aún tenía la polla de fuera, y la tenía pegada a mi cara; me estaba embadurnando toda la cara, con los restos de semen que aún tenía, cada vez que el vigilante, me enterraba aquel mástil en ...
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