1. Diario de un Prisionero V: el choque postraumático


    Fecha: 17/09/2017, Categorías: Gays Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... crear el mayor contacto posible entre nuestros cuerpos, sintiendo tu calor y con tu amor llegando a lo más hondo de mí, entonces levanté mi cabeza y pude ver tu carita, una cara que reflejaba amor, ternura y felicidad y pensé “¿todo eso lo provoco yo?” y a como pude me levanté un poco, lo necesario para poder darte un tierno beso en la boca, besarte y que supieras cuánto te amo, que no es una cuestión de costumbre, como le sucedió a Sergio, contigo descubro cada día lo que es amar y me siento muy feliz junto a ti, como sé que lo eres conmigo.
    
    En respuesta a mi beso me depositaste suavemente en el suelo y extendiste la cobija que te habías puesto en la espalda y luego me colocaste en ella, yo me sentía muy consentido, podía haberte ayudado, pero en la cara se te notaban las ganas de darme ese detalle y no lo quise arruinar hablando, era un momento mágico entre los dos y quería disfrutarlo. Una vez que me hubiste acomodado en la cobija, te acostaste sobre mí, uniendo tus labios a los míos y con sólo la ropa dividiendo nuestros cuerpos. Fue el mejor beso de mi vida, fue tierno, romántico, lento, apasionado, pero sin lujuria, era amor puro, podía sentir que somos uno, que no importa lo que pase somos un corazón con dos cuerpos, me sentí feliz como nunca antes, feliz y amado. Pero entonces algo arruinó la diversión: una ardilla dejó caer un “regalito” en tu cabeza, fue justo en un momento en que paramos a tomar aire y tú no entendías qué pasaba, algo húmedo se esparcía por tu ...
    ... pelo mientras yo me reía a carcajada limpia, entonces hiciste lo más lógico del mundo: te pasaste la mano por el pelo y oliste lo que era, yo aproveché para salir huyendo antes de que me quisieras manchar con la popó de ardilla y me metí en la cabaña, pero tampoco fui tan malo contigo, dejé la puerta abierta y un sendero de ropa hasta el baño, donde te esperaba para lavarte bien el pelo, ya que cuesta un poco que salga el olor y la sensación de tener la cabeza llena de popó, llegaste rojo de la carrera y por la situación, pero al llegar a la ducha y encontrarme desnudito y debajo del chorro de agua, que ya había templado, esperándote, se te olvidó todo y te desnudaste a cómo pudiste y te metiste a la ducha conmigo, me dejaste que te lavara bien y que me asegurara de que había salido bien la “gracia” de la ardilla y luego te giraste y me diste un beso mientras enjabonabas todo mi cuerpo y me dejabas bien limpiecito. Por supuesto, semejante cuadro te la puso dura, es lógico, tenías prácticamente seis meses sin nada más que la mano y era obvio que no alcanzaba a satisfacerte, pero lo que no te esperabas es que mi amiguito despertara de su largo sueño, me moría por intentarlo, pero no te había dicho nada, fue una grata sorpresa para ti y yo silencié todas tus preguntas con un beso y tomé la toalla y empecé a secarte, luego tú me secaste y le hiciste un par de caricias extra a mi pene que hicieron que un escalofrío de placer recorriera todo mi cuerpo, luego, sin vestirnos, salimos ...
«12...5678»