Mi mujer caliente y el costeño - Relatos Eróticos

Mi mujer caliente y el costeño

... ahhhh, y presintiendo que ya el disco se iba a acabar, le dijo, cuando se acabe el disco, yo subo al segundo piso y te espero en el baño, antes de que acabara el disco, yo subí y me metí al baño, lo cerré con llave y me metí a la pieza que quedaba ahí pegada porque yo se que mi señora al ver el baño cerrado iba a meter al costeño a la pieza, yo coloqué una cobija sobre una mesa de computador, me metí ahí abajo, el bombillo estaba apagado, sentí cuando alguien le dio maniobra a la manija de la chapa del baño, y como no abrió, abrió la puerta de la pieza, era mi esposa, siguió ahí esperando, cuando vi que desde afuera ella tomó la mano del costeño y lo entró a la pieza, prendió la luz, cerró la puerta y a iniciativa de ella misma, recostó al costeño en la puerta ya adentro de la pieza, se le abalanzó y se pegó a su boca, mientras con la otra mi señora le quitaba la camiseta, luego empezó con su lengua a lamerle el cuello al costeño, fue bajando hasta descansar en los pectorales de mi amigo, se prendió de sus tetillas como buscando el elixir de la vida, con su boca y lengua frenéticamente fue buscando el vientre del costeño, metía su lengua en el ombligo de mi amigo, sus manos alocadamente bajaron la pantaloneta, el costeño quedó en bóxer, bien apretado y se podría apreciar la extensión de la verga y su grosor, era grande y gruesa, su lengua, por encima de la tela del interior, comenzó a hacer un recorrido de toda la extensión de la verga, sus dientes la mordisqueaban ...

... sutilmente, su boca la chupaba por encima, yo desde donde estaba, anhelaba ver como ella se desprendía del bóxer del costeño, para ver ese tronco de carne, al fin sucedió, mi esposa bajó esos interiores, frente a sus ojos apareció una hermosa y grandiosa verga, sus ojos no podían dar crédito a lo que veían frente a su mirada, la verga mas bella que había visto, la mas bella y preciosa, no aguantó mas, y la agarró con las dos manos, la apretó y le asestó un beso a esa cabezota linda, con la lengua le dio unas lamidas ricas a ese glande, se metía y chupaba la cabeza, del ojo de la verga, empezó a salir esos líquidos preseminales que mi señora se los degustaba como si fuera el manjar mas delicioso del mundo, sin pena alguna empezó a decir: papiiiiiiii, costeñoooooooo, que verga mas ricaaaaaaaa, que grandeeeeeeee, así la queríaaaaaaaa, tienes la verga que he soñadooooooo, hoy me la quiero comer todaaaaaaaa, se la metía a la boca hasta la mitad, ahhhhhhhh, ricaaaaaaa, tu verga cumple mi fantasíaaaaaaa, la quiero todaaaaaaa, su lengua fue explorando esa pollota hasta la raíz, donde encontró los varoniles testículos del costeño, uno a uno se lo fue metiendo a la boca como queriendo empollarlos, los disfrutaba como una loca, volvió a jugar con la verga, solo había alcanzado a meterse la mitad a la boca, pero su garocidad la aventaba a metérsela toda, si quería metérsela todaaaaaaa, por fin luego de tanto esfuerzo y empujada por las manos del costeño que la agarraron de la cabeza, se empacó ...