1. Emilio


    Fecha: 21/01/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... sexual.
    
    El chico gozaba sintiendo sus manos y se encogía de placer con los chupetones que le daba Agustín.
    
    Pero, de repente, sonó la puerta de entrada de la casa.
    
    —Este debe de ser mi hermano, que ha llegado ya, dijo Agustín, dejando a Emilio tendido en el suelo. Emilio gateó, entonces, hasta el césped de una zona próxima a una fuente, situada en el centro del patio; y se quedó allí, esperando.
    
    Mientras, los demás se quedaron a la expectativa...
    
    Pero, no fue su hermano quien apareció acompañando a Agustín, sino su cuñado, que vivía en la otra punta, y había decidido acercarse, al enterarse de la ocasional reunión.
    
    —Este es, Hermínio, mi cuñado, que se ha enterado y ha venido a pasar un ratito con nosotros.
    
    El cuñado ignoraba cuál era el motivo que allí los reunía. Solo pensaba que se citaban allí, a pasar la tarde y tomar unos cafetitos, pero enseguida captó la presencia de Emilio, que esperaba sentado en la hierba y observaba toda la escena.
    
    —Y ¿ese jovencito?, preguntó con los ojos abiertos como platos.
    
    —Es Emilín, contestaron todos, casi al unísono.
    
    —¿Emilín?
    
    Si, se acordaba de algún comentario que alguien le había hecho, acerca de un muchacho muy hermoso que se ofrecía a los mayores del barrio, haciendo sus delicias.
    
    Si, había oído hablar de Emilín, pero nunca imaginó que fuera tan hermoso.
    
    —Ven Hermínio, dijo Agustín, que te voy a presentar
    
    Emilio se levantó y se puso en pie
    
    —N, no ¡de verdad! Agustín. No te voy a decir que no ...
    ... hubiera oído hablar de este hermoso joven, pero ignoraba que estuviese en tu casa. Solo pasaba por aquí y quise entrar e saludarte.
    
    —De todas formas, ¡encantado! -dijo Emilio—y le ofreció su mano
    
    —¡Encantado! —le respondió Hermínio-
    
    Pero, enseguida volvieron a lo que habían abandonado; y entre todos colaboraron en que, poco a poco, el chico terminase en el suelo, patas arriba, y siendo disfrutado por ellos sin remedio.
    
    Hermínio, no daba crédito al banquete que se le ofrecía y tardó un poco en reaccionar. Pero no estaba dispuesto dejar pasar la ocasión; así que, se abrió paso como pudo y empezó a lamer esa raja como un poseso.
    
    El chico, sintió como hundía la lengua en su culo y…
    
    —...¡Ahhy!… ¡si!, ¡mas!… ¡mas!
    
    Ramiro tocó los hombros de Hermínio, y pidiendo paso, entró a matar con su considerable cipote
    
    —¡si!, ¡asii!… ¡fuerte Ramiro!...¡dame fuerte!
    
    Sebas y Pedro, le tenían bien sujeto por los pies…
    
    Mientras, Ramiro iniciaba, con lentas embestidas, un suave bombeo, en el que introducía su miembro entre esas poderosas piernas para terminar en el interior del muchacho; de ese excitante culo glotón, que pedía más y más, Agustín se deleitaba mamándole el rabo y también metiéndole los dedos en la boca… y Herminio descubrió un nuevo mundo que no abandonaría fácilmente.
    
    Todos disfrutaban del cuerpo de Emilio, sin límite alguno. El chico accedía a todo lo que se le pedía; y lo tenían para ellos, a veces, durante muchas horas. Hoy, por ejemplo, estarían ...