Alicia y sus cuñados 1
Fecha: 24/01/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ViejoPervertido69, Fuente: SexoSinTabues
... distancias y nos respetaba algo, era Rolando. Recuerdo que empezaron con cosas tan burdas, como en la ocasión que estaba Alicia sentada, vestía con unos pantaloncitos cortos de mezclilla, que delineaban su escultural figura. Noté como Rogelio y Rolando, miraban hacia el trasero de mi mujer, luego bromeaban y reían entre ellos, hacían gestos de lo buena que estaba. Luego apareció Rolando, pelo los ojos, al ver el trasero de Alicia, se puso rojo como un tomate, se quedó paralizado por largo rato, mirando fijamente a mi señora; nadie lo notó, pero un bulto se empezó a formar en su entrepierna, y se elevó poco a poco, hasta tener el pene totalmente erecto; de pronto, volteo hacia todos lados, trataba de adivinar, quién lo había pillado, observando el trasero de mi esposa; las risitas de Rogelio y Roberto los delató, Roberto los miró con violencia y enojado, y salió de la habitación precipitadamente. Cuando llegaron Claudia y Patricia, mis concuños también salieron rápidamente de la habitación. Sin llamar la atención, disimuladamente, me coloque en dónde estaban mis concuños, y contemplé lo que miraban con tanto interés. Su pantalón corto se había deslizado hacia abajo, mostrando impúdicamente la totalidad de su tanga rosita, y gran parte de sus redondas, blancas y enormes nalgotas. En una ocasión, Rogelio y Roberto, estaban en el asador, y mandaban a mi mujer a la bodeguita que estaba en el segundo piso (La totalidad de la casa estaba en el primer piso, en el segundo nivel, solo ...
... estaba un cuarto grande, que servia de bodega, y se llegaba a él por medio de una escalera, que estaba justo a un lado del asador) por cualquier cosa. Mi esposa, traía puesto un vestido floreado muy escotado, la parte de abajo, era de vuelo, y de largo, le llegaba a la mitad de sus hermosos muslos. Ese día, su ropa interior consistía en un sujetador de encaje y una tanga tan diminuta que solo le tapaba su pelambrera, pero por detrás, aparentaba andar desnuda. Alicia, al subir por las escaleras, mostraba todos sus encantos, la totalidad de sus torneadas piernas, por delante, su preciosa tanga roja, y al subir unos escalones más, las enormes y paradas nalgas de mi señora quedaban a la vista de los lujuriosos ojos de mis dos concuños. Rolando, aunque no estaba asando la carne, estaba sentado cerca del asador, y contemplaba silenciosamente a mi mujer cuando subía las escaleras, no le perdía la vista, hasta que desaparecía de su ángulo de visión, y estaba atento, para cuando Alicia regresara, y le deleitara nuevamente la mirada, al bajar las escaleras; varias veces lo pillé acomodándose la erecta verga dentro de su pantalón. La mandaban por cualquier cosa. Mi esposa subió en diferentes ocasiones a la bodega. Sus cuñados, no disimulaban en nada sus intenciones, se colocaban debajo de la escalara, en cuanto Alicia empezaba a subir los primeros escalones. Mi esposa, sabía que le contemplaban todas sus enormes nalgas, porque a veces miraba hacia abajo, y pillaba a Rogelio o a Roberto ...