1. La putita de mi novia


    Fecha: 24/01/2020, Categorías: Voyerismo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... podíamos parar de enfiestar a la nena.
    
    Lejos de cerrar la puerta dije: ¡vamos, no paren, sigan cogiendo!
    
    Supongo que en el fondo deseaba que me hubiesen escuchado mis suegros. Pero por suerte no fue así.
    
    Favio le sacó la bombacha, y en cuanto Vanesa se acomodó en cuatro patas se dio a la tarea de lamerle el orto y la concha al tiempo que se pajeaba con la bombacha enredada en la pija. Mauri y yo volvíamos a su boquita con 25 años de experiencia, y bo existió un solo rincón que su saliva no hubiese colonizado. Mauri le pidió un dedo en el culo, y tantas veces lo necesitó que no pudo sostener tamaño chorro de leche en la boca de mi novia, que se ahogó hasta las lágrimas.
    
    Entonces, Favio se sentó con ella a upa en su silla favorita, en la que suele sentarse a estudiar, y después de rozarle el ano con su glande, de buenas a primeras se lo enterró para sacudirla y cogerla con todo. Yo me sumé para penetrarle la conchita mientras Mauri le ponía su bombacha en la cara, y Vanesa me pedía con voz de pendeja caprichosa:
    
    ¡Haceme pis adentro de la concha, dale, meame nenito, y vos culeame toda perro!
    
    Recién entonces sentí ganas de mear, por lo que largué todo en el interior de su concha, en sus piernas y hasta en su panza, y luego me dispuse a cogerla con alma y vida, empujando más su cuerpo al de Favio para que se la meta toda en el culo. Ni me importó que le brotaran lágrimas de dolor o de placer. Le agarraba las tetas como si fuesen las de una putita cualquiera, y ...
    ... no iba a parar hasta acabarle todo adentro, cosa que hice con orgullo.
    
    Apenas me vi abatido, con mi pija deshinchándose en el aire y con Mauri acabando en el corpiño de Vanesa, decidí sentarme en la cama para contemplar cómo Favio le reventaba el culo. No duró demasiado. Pero, para eso la puso en 4 sobre la alfombra y le dio terribles martillazos orgásmicos con su pija indestructible. Le acabó en la espalda mientras ella volvía a mearse y trataba de que no se le escape ni un gemido más. Estaba agitada al límite de sus posibilidades respiratorias, y para colmo el padre andaba con insomnio.
    
    No recuerdo claramente cómo fue que Favio y Mauricio se fueron. Solo que al otro día le pregunté a Vanesa acerca del por qué yo no sabía de sus planes. Dijo que sencillamente se dio, que esa noche necesitaba mucha pija, y que tenía razón en enojarme con ella si lo sentía. Claro que no era enojo. Más bien me invadía una excitación desconocida, junto a unas ganas de publicar fotos de ella desnuda por todas las redes sociales para ofrecerla y que se la cojan adelante mío. Quería que le chupe la pija a todos mis amigos, a mis alumnos, a mis primos y a todos los músicos que alguna vez compartieron escenario conmigo.
    
    Ese mediodía su madre nos abrió la puerta para avisarnos que los fideos ya estaban listos. Solo que estábamos en el medio de uno de nuestros mejores polvos, porque la guacha me confiaba un sueño que tuvo con un amigo, al que le pedía que le haga pipí en las tetas. Luego le ...
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