Cyber-amigos con derechos
Fecha: 28/01/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: MilkyQueen, Fuente: SexoSinTabues
... erecto ser, y chupando mis pezones me hacía gemir de placer. Estaba concentrada sintiendo su lengua cuando sentí que mi clítoris era invadido por él también. Miré hacia abajo y tenía dos dedos dentro de mis labios vaginales, y los rozaba con mucha dulzura y firmeza al mismo tiempo. Cada vez que ponía sus dedos dentro de mí, me miraba con lujuria incitándome a gemir más fuerte. -Cecy, ¡no te contengas! ¿Somos amigos, recuerdas? Estamos en confianza. Mientras me hablaba continuaba en su tarea de barnizar mis pechos y yo estaba extasiada. De repente paró, y comenzó a desabrocharse el pantalón. Yo estaba extasiada y quería ver ya su pene, seguramente era igual que como lo había imaginado. Y en efecto, cuando bajé su ropa interior miré un gran falo palpitante y chorreante de líquido preseminal. No pude evitarlo y comencé a chuparlo sin pedirle permiso. Él tomó mi cabeza entre sus manos y dejó que siguiera. Al parecer recordaba que le había dicho que eso me calentaba mucho. Recorría su glande con la lengua y pude apreciar un sabor salado muy agradable, aunque en ratos me atragantaba porque no estaba acostumbrada a un miembro tan grande. Él era comprensivo y se aseguraba de que yo estuviera bien en todo momento. De un tiempo a otro, cambiamos a hacernos sexo oral mutuo. Yo me monté sobre él y comencé a succionarle la verga mientras él chupaba mi coño con fuerza. Su lengua era mágica, sentía que las rodillas se me vencían con cada lamida y chupada que él me daba. Sentía que ...
... separaba mis labios con sus dedos y metía su lengua hasta el fondo. Era un experto haciendo sexo oral, y podía escuchar que él gemía cada vez que yo succionaba su polla ardiente. Ya no podíamos más, estábamos fundidos en un solo deseo: que él me penetrara. Comencé a cabalgarlo de frente. Admito que me dolió un poco porque hacía mucho que no tenía sexo y el pene de Ernesto no era tan grande como el de Rafa. Sentí que lo iba introduciendo y mis paredes internas se abrían, haciéndome doler un poco, pero sin perder la dulzura que lo caracterizaba me ayudó a bajar para que entrara. Tomó mis manos y viéndonos de frente comenzó a follarme. Cada entrada y salida de su verga insistente me hacía gemir como loca, y a él le excitaba eso porque sentía que su polla crecía y se hinchaba cada vez que me veía brincar sobre él. Tomó mis tetas nuevamente y las apretó juguetonamente, haciéndome excitar más y sacando más fluidos dentro de mi coño. Después cambiamos para que me cogiera de perrito, ya que a él le calentaba demasiado esa posición. Su verga se sentía más imponente en esa posición y sentía que rozaba todo mi interior, y que en cualquier momento terminaría porque ya no tenía la resistencia de antes para coger. Él me nalgueaba y me perforaba el culo más y más duro conforme yo gemía, y como las rodillas se me cansaron, caí rendida y le expuse mi culo con mayor facilidad, penetrándome rápidamente. -Aaah Cecy, creo que… Creo que voy a acabar dentro de ti… -Dámelo Rafa, ¡acábate en mis tetas, por ...