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47.4 Confidencias de Jean
Fecha: 30/01/2020, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Cogimos la carretera que discurre paralela al canal, por dónde fuimos con el viejo vehículo que tenía su padre de la Segunda Guerra, camino de los criaderos de abejas, hasta que llegamos a un espacio donde el agua no iba encauzada, y bajamos hasta el borde, donde unos cuantos patos buscaban su comida en la parte menos profunda del cauce, metiendo su cabeza y largo cuello rebuscando en el fondo. Tomé asiento sobre las piedras y cogí una pequeña lanzándolas lejos de donde se encontraban los ánades de brillante y colorido plumaje, se sobresaltaron momentáneamente volviendo a su perenne ocupación, buscar comida. Le alargué otra piedra y al cogerla rozamos nuestras manos. Después de repetir mi jugada y observar la reacción de las aves, le miré elevando la vista, seguía de pie, con su frágil cuerpo un poco inclinado escrutando el agua, mirando como desaparecían las piedras que tiraba. -Siéntate a mi lado Jean, descansa. –tomó asiento y abrazó las piernas con sus brazos. -Un día estábamos pescando cerca de aquí, un pez picó el anzuelo de la caña de Louis, mi padre estaba recogiendo otra pieza que había pescado, Louis no podía recoger todo el hilo y me pidió que lo pillara con la red, el pez, un bonito barbo, se perdió llevándose el anzuelo con él. –se calla un momento y una hermosa sonrisa ilumina su cara. - Papá comenzó a quejarse, me llamaba nenaza y cosas así, como marica y que por ser como era se había perdido el pez. Louis tiró la caña con rabia y se enfrentó ...
... a papá, le dijo que no volviera a insultarme, que era su hijo y tenía que cuidarme, dedicarme más tiempo que a él o a mi hermana. -A la noche papá vino a nuestra habitación, entonces la compartíamos Louis y yo, estaba tumbado en la cama a punto de caer en el sueño, se arrodilló ante mí y me besó la frente, me pidió perdón, que Louis tenía toda la razón y él era un torpe. -Yo creo que no se ha perdonado aquello y por eso está siempre preocupado por mí, pero no me pasa nada, de verdad, y Louis me vigila como si fuera una hermana a quien hay que espantar los novios que le salen, pero no aparecen, donde vamos es muy pequeño y me parece que el único chico que hay marica soy yo. Sin darme cuenta había apoyado su mano sobre la mía y visiblemente temblaba. -Me gustaría que hubiera un chico como tú, como nosotros, para poder hablar con él, contarnos cosas como ahora hago contigo, tú me gustas Daniel, desde que te vi sentí que eras igual que yo, y me pareces más guapo que Nicolás o Gonzalo. Eso me halagó, que el pobre chaval me viera de esa manera, se me subieron los colores, se mantenía alejado, aunque no retiraba su mano de la mía y yo tampoco. Me corrí un poco arrastrando el culo hasta acercarme a él. Levanté su barbilla para que me mirara a los ojos. -Jean, ¿sabes que eres un chico muy hermoso? Vas a gustar a muchos hombres pero que sean más jóvenes que yo. -Quiero besarte Daniel. –no esperó mi aprobación y posó sus labios sobre los míos, los movía ansioso ...