-
Ladislao, un vecino muy osado
Fecha: 02/02/2020, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... conversación a gritos. No sabía exactamente de qué se trataba, pero me llamó la atención que discutieran y algunos insultos sí distinguía con toda claridad, pero no sabía quien lo decía a quien. No me dejaron estudiar nada en más de una hora. Hasta que por fin escuché un portazo que hizo temblar hasta las ventanas de mi casa y me estremecí, pero todo fue silencio durante unos minutos. Sonó el timbre de mi puerta y me levanté para ver de quién se trataba. Ahí estaba el gemelo, lo vi por la mirilla y abrí la puerta, le invité a pasar y me dijo si tenía un poco de agua. Le saqué un vaso con agua, se lo bebió de una tirada y me miró fijamente sin decir nada. Yo lo miré fijamente sin preguntar nada. Así estuvimos un rato que se hizo eterno, aunque no debió durar mas que un par de minutos. Por fin explotó: — ¿Por qué mi padre no me deja ser lo que soy? Guardé un rato de silencio esperando que continuara y en vistas de que no decía nada, le pregunté: — ¿Y qué eres tú que tu padre no te deja? — Yo soy gay, y me he enamorado de ti —me contestó a bocajarro e intentó besarme. — Alto, alto, alto ahí..., explícame tu portazo y la discusión en tu casa —dije con firmeza. — Yo tengo 19 años, soy mayor, y tengo que hacer mi vida y mi padre no decide por mí, y... —decía a gritos. Levanté las manos para apaciguarle y le dije: — Punto uno, en esta casa no se grita, se habla o se calla, pero aquí somos educados y hablamos como las personas en voz baja; punto dos, eres ...
... mayor, pero ¿en qué trabajas o estudias? Si estudias, ¿qué estudias y qué notas obtienes? Punto tres, ¿qué piensa tu madre de todo esto y qué piensan tus hermanos?, —le dije muy lentamente esto y como pensando para que se calmara. — No trabajo, no he podido sacar el año entero en la Universidad y mi madre... Le interrumpí: — No hace falta que sigas, si no trabajas y no estudias no eres gay, eres una mierda —noté que se molestó por una mueca que hizo, y continué— ¿Te crees que por ser gay estás liberado de todo y puedes hacer lo que te dé la gana? — ¿Tú trabajas o estudias? —preguntó. — Yo trabajo y estudio, intento sacar buenas notas, el año pasado cinco sobresalientes y trabajo de traductor y escribiendo legajos en una oficina notarial, —contesté. — ¡Ah! — Sí, ¡ah!, así que vete a tu padre y primero, antes de entrar en tu casa, decide estudiar en serio, entras luego y te disculpas con él y a continuación aquí tendrás dos amigos, que si no sabes ser gay, te enseñaremos... — ¿El otro chico es hermano tuyo? preguntó. — El otro chico se llama Corny, es mi novio y está ahora trabajando de camarero en un restaurante, y a la tarde de hoy tiene dos clases. — ¿Es tu noviooo? — Sí, lo es, sí, ¿qué pasa? — Yo me he enamorado de ti. — Que mala puntería tienes, cabronazo de mierda... anda, anda a tu casa y cuando hayas hecho lo que te dije, vienes y me cuentas. Le acompañé, le hice apoyarse en la pared para que pensara en tomarse la vida en serio, ...