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46.2 Amor y sexo
Fecha: 02/02/2020, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... vistazo a la mesa y al enorme pantallón del ordenador. -Gracias Gonzalo, gracias por la mesa y el ordenador, aunque no era necesario, solo quería la mesa para colocar mi portátil, me vas a volver un caprichoso. Estaba limpiando su boca y me miró a través del espejo, sus ojos me interrogaban. -Hablaba de la mesa y el ordenador que has adquirido, que no era necesario tanto. –se enjuagó la boca antes de hablar. -Borja se ha encargado de eso, y no vuelvas a decir nada sobre lo que tengas en esta casa, tú mereces más de lo que te podamos dar, eres uno de nosotros. Bueno, no lo entendía muy bien, pero lo iba a dejar así. Nos duchamos ya estaba decidido que su habitación sería la de los dos y la mía para mi uso particular, él mandaba y yo obedecía. -Vamos a salir a cenar, quiero estar a solas contigo. –le miré sorprendido. -No me mires así, te irás dando cuenta de que soy un poco acaparador y codicioso de lo mío. –no me desagradaba el que me considerase suyo, siempre que eso no significara de su exclusiva propiedad. Andábamos por la calle y pasaba a veces su brazo por mis hombros y otras me llevaba de la mano. Gonzalo había cambiado mucho interiormente sin que yo me hubiera dado cuenta. Confirmaba mi sospecha de que se había vuelto posesivo, perfeccionista y minucioso en los detalles, buscaba que todo fuera perfecto y sin mácula, se le notaba en su vestir, sus coches y ahora su nueva adquisición, o sea, yo. No era fácil darse cuenta, pero yo lo ...
... notaba. Exactamente yo no me veía así, deseaba ser suyo, pertenecerle, pero libre, que mi entrega fuera voluntaria y se me impusiera. Creo que él iba a querer mandar mucho en mi forma de comportarme, vestirme y relacionarme Y volvíamos a lo de siempre, yo era rarito y tenía que ceder, pero no en todo, también él debería ceder y consentirme ciertas libertades. Espero que como el amor todo lo puede, estos malos pasamientos o premoniciones se queden en eso. Lo que sí que es cierto y me confirmo cada momento, es el inmenso amor que me inspira, más allá de cualquiera otra consideración. Después de pasear me llevó a un exclusivo pub con música de piano y una chica cantante con una voz de ensueño. Pidió dos cervezas y me suplicó que la probara, la verdad es que sabía deliciosa, pero quedó prácticamente entera en el vaso y solo piqué unos trocitos de comida, más que nada para que comiera él, había mejorado y eran notables los cambios que experimentaba, su cuerpo se iba llenando de músculos y todo ello muy, pero que muy bien puesto en su lugar, volvía a ser el galán de enamorar que siempre había sido. Llegamos tarde a la cama, la casa estaba en silencio y solamente estaba el guarda que nos abrió la verja de hierro, todos estaban en sus habitaciones, me desnudé en mi habitación y busqué en el vestidor un pantalón de dormir corto, los armarios estaban abiertos y al iluminarse el vestidor miré asombrado la tienda de ropa que había allí, me habían llenado los armarios, aunque aún ...