Viajando en el tiempo (7)
Fecha: 03/02/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... centro con otro dedo.
-AAAAHHHH
Un intensísimo orgasmo la sorprendió con rapidez, dejándola desmadejada. Cuando se recuperó sentía malestar por todas las partes. Espalda piernas, y sobre todo el coño.
-Por favor, no más, no más, no, no…
El ama debió entenderlo. Sacó la mano oyéndose un fuerte CHOP y dejando en Eva una gran sensación de vacío, después se quitó el vestido que llevaba y que se cerraba con botones por delante, dio la vuelta a la jaula y le colocó el peludo coño sobre la boca. No llevaba bragas.
Bien abierta de piernas, bajó ligeramente hasta que la nariz quedó en su raja y el clítoris en la boca.
-Sucks whore. Eat the pussy
No supo lo que decía, pero entendió perfectamente lo que quería. Se puso a lamerle el clítoris con pasión e interés. Mucho más interés y pasión cuando vio que no podía respirar por la nariz y que tampoco podía hacerlo por la boca cuando presionaba para sentir más fuerte el roce de su lengua.
Por suerte, la mujer estaba muy excitada ya, corriéndose rápidamente una primera vez y una segunda un rato después, dejando a Eva prácticamente al borde de la asfixia y el agotamiento.
Cuando se consideró satisfecha, volvió a ponerse la bata, la colocó otra vez boca abajo y se marchó.
Agotada, se durmió durante un rato que no supo precisar y continuó en un duerme vela durante mucho tiempo. Le dolía todo el cuerpo. Unas partes por los golpes y otras por la posición.
A la mañana siguiente, volvió a entrar la mujer, esta vez ...
... con una bandeja con dos boles, uno con una comida en forma de puré y otro con agua. Le puso el recipiente con agua delante y lo sostuvo mientras bebía, hizo lo mismo con el de comida y nuevamente con el agua.
Eva comió y bebió con apetito. Llevaba un día entero sin comida ni agua. Cuando terminó con todo, la mujer se fue. No hablaron. Era inútil porque no se entendían.
Un buen rato después, volvió a entrar el amo, que se dirigió a la jaula, la colocó en el suelo y retiró las tapas de los extremos.
-Sal –Ordenó
Eva intentó salir, pero tenía los músculos agarrotados. Cualquier movimiento le producía dolores y calambres. Poco a poco fue sacando la cabeza para luego echar las piernas hacia atrás y salir a gatas.
Después de ese esfuerzo, le resultó imposible moverse más. Conforme la circulación de la sangre se iba normalizando, los dolores se hacían más agudos y la dejaban paralizada.
El amo, carente de paciencia, la agarró del pelo y la arrastró hasta unas cadenas que colgaban desde el techo. Sujetó sus muñecas a ellas y la levantó tirando del otro extremo hasta que quedó casi totalmente en pie.
Sujetó los pies a unas fijaciones del suelo y volvió a estirar de la cadena, hasta conseguir que el cuerpo quedase totalmente erecto.
Tomó un látigo, se situó a su espalda y le dio un golpe que la marcó desde el hombro hasta el culo. Tras este, siguieron otros en todas las direcciones. Estuvo dándole latigazos por todo el cuerpo, brazos y piernas, pero, a pesar de ...