1. El Baldío y El Mirador. 3ª parte.


    Fecha: 07/02/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... sentía su calor que irradiaba a mi glande y fui forzando levemente su entradita, la cual me recibía una estrechez muy exquisita, la cual con el simple roce de nuestros sexos, acabé vaciando mí esperma en su entradita vulvar, nos limpiamos y salimos a seguir jugando. La tarde continuaba su curso, el castigo era ahora para Jaqueline la nena de cuerpo de muñeca “barbi”, la cual me la castigaron, a que igual me diera ¡una mamada de pene!, pero hábilmente la tomé y nos comenzamos a rosar nuestros sexos estando de pie ambos en la recamara, el calor que emanaba de ambos, ¡era muy excitante en ese momento!, sus jadeos acompañados de ligeros gemiditos impregnaban la pequeña habitación, para caer ambos en mi cama, ella encima de mí, friccionando su pelvis a la mía, como pude y con una de mis manos acomodé mi pene a manera que ella se frotara en él, ya que estaba en dirección a mis piernas, ¡ella al sentirlo se frotaba más suave!, pero a la vez apretando sus movimientos, ella sola se abrió de piernas para ubicarse en posición sentada, sintiendo su humedad bajar al tronco de mí pene, su breve lubricación, la sentía que resbalaba entre mi glande y el surco de mi balano, ¡esta nena me resulto una maravilla con sus movimientos de cadera!, ya que la rotaba despacio, pero sin parar, ya después me enteré de su boca que iba a clases de ballet “hawaiano”, por eso sabía moverse muy bien, la nena era una batidora a baja velocidad, acabando conmigo en unos minutos y yo terminando en sus breves ...
    ... labios superiores de esa tersa conchita. Ahora le tocó el turno de castigo a la dulce Liliana, a quien la llevé de la mano a la recamara, ¡para darle su castigo correspondiente de este morboso juego!, ella era de estatura bajita, bien piernuda, su cintura estrecha y con buenas caderitas en desarrollo que resaltaban, ¡que dé más grande sería una nena voluptuosa!, su linda conchita estaba adornada por una fina pelusita negra naciente de vellos muy finos en todo el espacio de su monte de venus, inmediatamente nos acostamos, comenzamos a besarnos y a la vez le tocaba esas nalguitas de niña, pero muy duras al igual que sus piernas, la fui besando rumbo abajo, pasando por su cuello, axilas, torso frontal, ombliguito en ese lugar un aroma exquisito me llegaba de más abajito de donde lamía e inmediatamente fui al centro de ese tufillo que me atraía, mientras seguía besando y pasando mi lengua en busca de “la esmeralda perdida”, qué escondía un par de labiecillos frontales hinchaditos, a los que mis arponeadas linguales aperturaron, mientras ella con las piernotas cerradas se daba a emitir risillas las cuales se convirtieron en una serie de jadeitos y gemiditos muy suaves, ¡jalándome de mis cabellos a pagar más mi boca a esa cuenca!, cual afluente mojaba mis labios, nariz y barbilla, y emanaba más intenso el aroma de niña con calentura corporal y de orines púberes, extasiado de sorber ese elixir de su tierno manantial, me ubique entre sus piernas, para reposar mi erección en su triangulo ...
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