1. El Baldío y El Mirador. 3ª parte.


    Fecha: 07/02/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... aterciopelado, haciéndole los tradicionales movimientos de cadera a la suya, hasta que lentamente fui bajando mi mano para tomar mi pene, al que le di con él varías pasadas de arriba-abajo, ¡sintiendo la calidez de esa vaginita!, la cual percibía mí glande una lubricación excelente, por lo que me di a punzar en ese estrecho orificio, logrando después de varios intentos introducir un poco de mí hombría, mientras la nena ya comenzaba a quejarse, ayyy, ayyyyyy, ¡soy chiquita eh!, ayyy, ayyyyyy, ¡no lo vayas a meter!, ayyy, ayyyy, ayyyyy, y así a cada instante que punzaba la entradita ella me decía lo mismo ¡qué era chiquita!, ya una vez que por fin mi glande quedó atorado en esa brevedad virginal, se lo hacía suave, pero a la vez platicando con ella. Oye Lily, ¡estás muy rica eh!, >>> ¿sí verdad, estoy bien cerradita?, >>> sí, ¡estas selladita completamente!, >>> ah, ¡ya veo que hasta me dolió lo que me metiste!, >>> ¡pero, sí nada más es la puntita!, >>> ah, ¡pero esa puntita me la entraste toda!, >>> sí, ¡pero con cuidado te la estás comiendo!, >>> ayy, pero lastima, ayyy, ayyy, >>> ¿bueno sí quieres te la saco?, >>> ¡nooo, déjalo ahí, se siente bien, aunque duelaaa!, ayy, ayyyy; pero entre la plática yo iba ganado terreno dentro de ella, ya el surco del balano prepuncial ya estaba dentro, mi tronco comenzaba el desliz lentamente, pero unas voces del otro lado de la puerta nos importunaron eran, ¡Perlita, Jaqueline y Miriam!, las cuales se despedían, ya que se retiraban y que ...
    ... se veían mañana en la escuela, pero la voz de Perla se escuchó recomendándole algo a Liliana, que nos dio risa, ¡no tomes mucha leche eh!, acuérdate que eres intolerante a la lactosa, bye. Escuchamos que las tres amigas de Liliana abrían y cerraban la puerta del departamento y ya así con más privacidad y yo sin haberme salido un milímetro de ella comencé mis movimientos coitales nuevamente, ella sólo cerraba sus ojitos y se dejaba hacer, al cabo de unos minutos sin querer y por la lubricación de los dos, mí glande le abrió el paraíso, entre unos gritos que acalle con mi boca en la suya la fui poseyendo con mucha suavidad, ¡mi primera virgen que desfloraba!, una experiencia inolvidable yo de 18 y ella de 12 y ½ años, fabuloso para mí, ¡pero pensaba en la que estaba debajo de mí!, comiéndome en contracciones, a los pocos minutos su dolor ya estaba en el pasado, ¡pero sí le causaba molestia lo que enterrado estaba dentro de ella!, que no era mucho, sólo un poco más de la mitad de mi hombría, ¡pero lo suficiente para haberme llevado su himen y hacerla doler! Después de que el dolor ya sucumbía, y sin pronunciar palabra alguna de los dos ¡sus ojitos almendrados me observaban!, comencé mi retirada con mucha delicadeza, sólo hasta sentir mi glande dentro y volví a entrar por varias veces, hasta que sentí que ya me disfrutaba tanto, como yo a ella, entonces fui más rápido, pero con cuidado, sin sobrepasar lo que ya había penetrado con anterioridad, ella entre sus quejidos primarios y ...
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