Cena de amigas
Fecha: 10/02/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: fairydoz, Fuente: CuentoRelatos
Una vez sentadas en el coche miraba al frente sin decir nada, simplemente dejaba que sonaran los 40 principales notando todavía la humedad en mis braguitas. Al final fue Andrea la que dijo: Nos han follado bien folladas. Y las dos empezamos a reír sin poder parar. Todavía no me explico cómo habíamos terminado de esa manera una noche de cena de las mamás del cole.
Todo había comenzado como una habitual noche de cena entre las mamás que somos más amigas. Solemos quedar una pandilla de 5: Sonia, María, Beatriz, Andrea y yo.
Todas vivimos más o menos cerca en la zona Norte de Madrid y llevamos a nuestros hijos al mismo colegio desde infantil (ahora están en 2º de primaria y por lo tanto llevamos viéndonos varios años)
Debe ser verdad eso que dicen que Dios las Cría y ellas se juntan porque tenemos gustos, aficiones y problemas parecidos, además de ser todas casadas y felices (con sus más y sus menos, como todo el mundo).
Una vez al mes nos gusta quedar sin maridos y sin hijos para hacer una noche de chicas que suele constar de una cena, un rato de tertulia (para poder despellejar a gusto a nuestros conocidos) y alguna vez seguimos con un rato de baile.
La noche de autos habíamos quedado, como muchas otras, en un restaurante del Centro Comercial para cenar. Era un jueves y mientras esperaba a que mi marido llegara del trabajo me bañé para relajarme y poder disfrutar de la noche. Al acabar me perfumé y comencé a prepararme. Solemos arreglarnos mucho y competir por ...
... ver quién es la más guapa y sexy a la hora de salir. Así que decidí ponerme ese vaquero que me acababa de comprar y que me hacía un culo espectacular y por encima una pequeña camiseta ceñida y con un buen escote (creo que a mis treinta y pocos años sigo teniendo un buen cuerpo cuidado a base de Pilates y dieta). Pero antes de ponerme la ropa hice lo que siempre dice mi marido “a ver que braguitas te pones porque es la base sobre la construyes el resto de tu vestuario”, elegí una tanguita blanca con encaje y transparencias que, aunque tapaba mis pelitos recién depilados permitía adivinarlos.
En ese momento entró mi marido y al verme sólo pudo resoplar y decirme:
—Qué bien hice en regalarte ese tanga, no te quites el pantalón porque te follan seguro.
—Ya sabes que sólo quiero que me folles tú —contesté acercándome a él y dándole un pequeño beso con lengua.
—Bueno, ya sabes que lo que tienes que hacer es divertirte. No me importa lo que hagas —Siempre decía eso porque sabía que yo era incapaz de ponerle los cuernos con nadie.
La cuestión es que terminé de prepararme poniéndome lo más guapa que pude, me coloqué mi anillo de diamantes para hacer palidecer de envidia a mis amigas, mi colgante fashion victim de Bulgari y ese bolso súper mono recién estrenado de Loewe, me despedí de los niños, me subí a mi coche y me fui.
Como todos los días fui a recoger a Andrea. Siempre soy la pringada que la va recoger por dos motivos, uno porque vive muy cerca y otro porque mi ...