Cena de amigas
Fecha: 10/02/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: fairydoz, Fuente: CuentoRelatos
... coche es más vacilón que el suyo; así que me toca ir.
En realidad, no me importa porque de todas las chicas ella es la que me cae mejor, vive siempre un poco agobiada porque su marido viaja mucho, pero es súper divertida, le encanta reírse y lo pasamos fenomenal. Además, coincidimos en una afición común, la pintura. Andrea tiene la suerte de poder pintar cuando deja a los niños en el cole porque no trabaja, está estudiando bellas artes, aunque decir que lo está estudiando es mucho decir porque en realidad sólo va a las clases que le gustan (de pintura, vamos).
Al ver aparecer a Andrea me alegré de haber estado todo ese tiempo arreglándome, se había puesto una mini cortísima para enseñar esas piernas tan estilizadas que tiene y como no es muy alta siempre lleva unas sandalias increíbles con unos tacones maravillosos que le hacen todavía más bonitas las piernas. Pero este día además llevaba una camiseta de manga corta súper ceñida que le marcaba el pecho y que dejaba ver un canalillo que sólo se pueden permitir las mujeres con un pecho perfecto.
Se subió al coche y la vi radiante con el pelo largo moreno al viento y sonriendo como una loca.
—Vaya hoy sí que se te ve contenta, ¿Ha venido Carlos?
—Sí, desde ayer se ha escapado y llevamos todo el día juntos. Me encanta cuando podemos pasar un día entero sin que tenga que estar trabajando y sin niños que molesten hasta las 5 de la tarde.
—Eso suena a 2 polvos por lo menos —Y las dos nos reímos porque sabemos las ...
... pocas ocasiones que el trabajo y los niños te dejan para poder estar con tu marido a gusto.
Al llegar al restaurante nos reunimos con las demás que ya estaban sentadas.
—pedir lo que queráis, a Andrea no le importará porque ella ya ha tenido su ración de hoy —dije mientras me sentaba. Normalmente hablamos sin pudor de nuestras relaciones ya que como he dicho nuestros problemas y alegrías son comunes.
—Así que parece que Carlos te ha pegado un buen repaso —inquirió Sonia que siempre es la más incisiva en estos temas, quizá porque es psicóloga y está acostumbrada a tratar sobre esto.
La cuestión es que durante la cena comenzamos a hablar de los polvos que habíamos echado y cuales nos habían gustado más.
Empezó Sonia a contar que cuando estaba estudiando el día de la fiesta de la primavera conoció a un chico que estudiaba derecho y que no sabía si era por el calor o por qué acabó enrollándose con él en el césped del campus al anochecer y que, aunque no se veía bien, alguien podría estar observándoles y, a pesar que eso le daba un poco de corte, acabaron quitándose el pantalón y ella se arrodillo y empezó a chupársela sin importarle nada hasta que el tío acabó corriéndose en su boca. Pero lo mejor para ella fue cuando después de eso él se arrodilló a su lado y le dijo:
—Eres una zorra y te voy a follar como te mereces, ponte a cuatro patas —Ella le hizo caso y él comenzó a follársela por detrás mientras la sujetaba por el pelo y le decía al oído —Te gusta cómo te ...