El reencuentro - 2ª parte
Fecha: 11/02/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... como mujer, hasta estaba mejor que Sandra… Pero no la amaba; no podía, porque no es posible amar a dos mujeres a la vez, y Sandra era, sin duda alguna, la mujer, el amor de su vida… La única a quién había amado de verdad; la única a quién, hasta el fin de sus días, amaría…
Cuando regresó a Berna, lo hizo bajo una imponente confusión mental, dada su sensación de amar a dos mujeres a la vez: Rachel y su hermana Sandra. Allá en España, junto a Sandra se decía que cuál de esos dos amores era el primero, cual el segundo; y esa disyuntiva presidió sus afanes pensantes de muchos, muchos días y, sobre todo, muchísimas noches
Porque su situación era de locos ¡Amar a un tiempo a dos mujeres! Si una, a veces, puede volverte loco, dos… ¡Maldito sea el día que a Mateo, su cuñado, se le ocurrió buscarle y decirle lo de la muerte y entierro de sus padres!, se decía. Él, hasta entonces, había vivido feliz y contento… Y, sobre todo, tranquilo; una tranquilidad que, desde que volvió a ver a Sandra, se había ido de su vida…
De ella ya ni se acordaba, como aquél que dice. Tenía una novia a la que adoraba y ansiaba casarse con ella; un trabajo que le apasionaba; una vida, en fin, cómoda, feliz y tranquila… Y, ahora, ¿qué tenía? Realmente, nada, a no ser un “cacao” mental de impresión. Porque la incógnita de quién iba antes en su corazón, Rachel o su hermana Sandra, pronto estuvo despejada; a las dos, máximo tres semanas, cuando se convenció de que él nunca había amado a otra mujer ...
... más que a su hermana Sandra.
Pero también comprendió que a Rachel la había llegado a querer muchísimo; como amiga, como a persona… Incluso la deseó, la deseaba aún, como mujer y, desde luego, en la cama, con ella era de lo más feliz. Hasta admitía que, de no haber vuelto a ver a Sandra, podría haber sido la mar de feliz casado con Rachel, pues en verdad la quería y eso, el cariño, podía ser buen bagaje para tener un matrimonio feliz si, además, el sexo funcionaba bien… Pero, amarla de verdad, como amaba a Sandra, jamás en la vida...
No estaba, pues, loco, porque en absoluto amaba a dos mujeres, sino a una sola. Pero, quería a Rachel y romper con ella le costaba lo que no está en los escritos… Y, por eso mismo, nunca se decidía… Siempre luego… Otro día… Siempre esperando el momento oportuno para decirle que no la amaba y quería romper el compromiso entre ellos; así, su esperanza actual era que un día estallara una trifulca entre ellos que le sirviera la ocasión en bandeja. Y allí, por fin, estaba la ocasión… La oportunidad…
Del bolsillo sacó el anillo, mostrándoselo pero sin dárselo, manteniéndolo en la mano que al momento cerró en ostensible gesto de no querérselo dar
Como ves, compré el anillo que te prometí; aquí, en Berna, antes de salir para España, y en el bolsillo lo he llevado desde entonces…
Calló un momento, como esperando la reacción o réplica de Rachel, pero ella no abrió la boca; tampoco hizo intención de tomar la sortija. Así que Daniel continuó ...