La quinceañera y el profesor "Sargento"
Fecha: 18/02/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Era año del 2002, cursaba mi último año de secundaria, el año más desastroso de mi vida, ya que sufrí mucho de bullying por ser diferente a los demás. Cosa que poco a poco he ido superando, pero algo que me pasó en ese tiempo con un profesor de 50 años es algo que nunca olvidaré, ya que eso fue el inicio de mi despertar sexual y; mis más grande regalo cuando cumplí los 15 años. El profesor Valderrama, que todo el alumnado de la secundaria técnica le tenían miedo e incluso le apodaban “El sargento”, era muy conocido por ser un profesor muy estricto y vengativo con el que se metía con él. Era muy rudo, ya que no toleraba un mal comportamiento por parte de ellos, más si se le faltaba al respeto, cosa que me daría cuenta desde el primer año. Empezando a cursar la secundaria, no pude cumplir con dos tareas de la materia de artística, materia que el profesor daba y fue el motivo por el cual me reportó y con voz enojada, le dijo a la licenciada de orientación educativa que la muchachita, osea yo, era muy floja y no cumplía con sus obligaciones. Desde ahí mis problemas con el profesor “sargento” empezaron, a tal grado que él me miraba y no me quitaba la vista de encima, su mirada era muy fuerte que no lo quería mirar por un segundo. Los viernes, como su materia nos tocaba a la última hora, el profe me pedía que me quedara a lo último y hasta que todos los compañeros se fueran, me ordenaba barrer su aula. Sabía que tenía que mejorar esa situación, cumpliendo con las tareas y trabajos ...
... que pedía, pero las cosas empeoraban aún más, decía que mis tareas estaban malhechas y los hacía al aventón, a tal grado que no deseaba entrar más a su clase. Llama a mis padres para darles la queja de que no entraba a clases y quería; según él, “saber” porque la muchachita faltaba y no daba una en su materia. Yo estaba muy nerviosa por lo que estaba a punto de ocurrir, mi padre se enteraría de que no he entrado a clases y me regañaría. El profesor y mi papá hablan sobre mi comportamiento y le hace unas cuantas preguntas, yo sólo volteaba por otro lado o cerraba los ojos cuando tocaban algún punto incómodo, a lo que mi padre prometió vigilarme y cuidar que hiciera todas las tareas y no me salvé de una regañiza al llegar a casa. Seguía entrando con más temor a las terribles clases de artística, en una de ellas pasó algo muy extraño que no me esperaba, el profesor Valderrama o “El sargento”, seguía mirándome muy seriamente como de costumbre, hacía los ejercicios y no me quitaba la vista de encima, lo volteaba a ver con mucho temor y el profesor seguía mirándome a tal grado que empecé a sentir más que incomodidad, una cierta atracción. En ese entonces, yo no cumplía los 13, el profe tenía 48 años, gozaba de buena salud física pero era una persona muy nerviosa. Un conserje que se llevaba muy bien con él, me pidió que le tuviera mucha paciencia porque estaba pasando por un problema y eso lo había hundido en una profunda amargura, pero no me dijo nada más. Seguía siendo muy rudo y ...