Lo que escondía la gestoría (segunda parte)
Fecha: 22/02/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Armonic, Fuente: CuentoRelatos
... un ojo y salimos; subimos a su coche, un mini deportivo de los nuevos y condujo hasta la gestoría. En menos de media hora ya habíamos regresado al apartamento con el portátil y unos cuantos montones de billetes que guardaba en la caja fuerte. A simple vista parecía una fortuna, todos billetes de 500 €. Después sacó el portátil y lo abrió, tecleó la clave y accedió a la carpeta con toda la documentación.
Miré la pantalla, aparecieron infinidad de carpetas clasificadas con un código seriado; el formato me era conocido y en medio de todas ellas, una en concreto; tenía grabado en la mente el número de aquella carpeta que había abierto en casa con aquel correo. Le pedí que la abriera, estaba llena de datos, documentos, videos y correos. Alisa tenía razón, era más complicado de lo que yo pensaba, allí había seguimientos de la gente donde aparecía sobretodo sus temores o fobias, aquello donde se le podía hacer más daño. Reconocí el correo pero le pedí que abriera el vídeo que estaba al lado.
En las imágenes aparecía un descampado, estaba grabado con una cámara de infrarrojos, ya que no había casi luz al ser de noche. Al poco apareció un vehículo y se detuvo en el centro de la imagen, del lado del conductor salió una mujer, que enseguida desapareció, era imposible saber qué edad o quien era. De la parte del copiloto bajó otra, aparentemente una mujer joven en un leve estado de embriaguez. Al enfocarla bien se me heló la sangre, era sin lugar a dudas aquella chica, la que me ...
... acusó de violarla y aparecía en el video universitario. Seguí el video con mucha atención.
Mientras esperaba a su compañera, a su espalda salió un hombre que la agarró por el cuello la inclinó sobre el capó del coche con mucha fuerza, al cogerla desprevenida le fue sencillo hacerle una llave en el brazo para inmovilizarla. Ante la fortaleza del atacante, se puso a gritar pidiendo ayuda a quien la acompañaba, pero esta no aparecía. Aquel hombre no perdió el tiempo, metió la mano por debajo de la minifalda y agarró las bragas de la chica, que ante aquel brusco movimiento rompieron fácilmente. En ese momento, el pánico se apoderó de la joven que empezó a llorar e intentar fajarse de aquella masa pesada, pero solo consiguió que la golpeara de nuevo contra el capó; dejándola algo mareada.
No parecía sentir remordimiento ante las suplicas de la joven, sacó su polla de la cremallera y con mucha agilidad consiguió penetrarla. El grito de la chica pudo oírse claramente, pero aquel lugar debía ser una zona desierta. Suplicó que se detuviera, pero él no tenía intención de parar, la penetraba de forma salvaje una y otra vez. Finalmente se dejó hacer, esperando a que acabara cuanto antes. El hombre se detuvo, dando una esperanza a la desesperada mujer, pero simplemente tenía otra intención; con la misma frialdad llevo su miembro al trasero de la joven y sin detenerse empezó a presionar. Aquello volvió a despertar los gritos y la lucha de la joven, pero de nuevo fue inútil. Su grito ...