Mi mujer es bien puta, pero sólo conmigo - Relatos Eróticos

Mi mujer es bien puta, pero sólo conmigo

... los dos no nos importó, seguimos cogiendo con la misma pasión. Ver cómo rebotaban sus nalgas contra mí fue muy sabroso, sus nalgas se iban venían contra mí, rebotaban en mi abdomen. Tome las riendas de esa perra y la dome, cogerla así fue lo más rico a mí me gusta tanto como a ella que la agarré a cogidas en esa posición de perrita.

Me fascina, hacer el amor con ella, pero al mismo tiempo mi lado animal le hace es sexo, la coge, la viola, se la chinga, una de las cosas que me gustan mucho es pararnos frente al espejo y vernos y más si le dejó su tanguita media bajada a la altura de las rodillas, hechos echado a volar nuestra creatividad para hacer el amor hemos hecho algunas locuras por ejemplo una vez a mitad de una cogida nos salimos del cuarto, yo ya se lo había propuesto, que me excitaba hacerlo sabiendo que en algún momento nos podían ver, el placer combinado con la adrenalina es algo inexplicable, le propuse hacerlo una vez en la cochera de noche ya que nadie pase pero no quiso, y esa vez fui testigo de que a ella le causaba mucho más excitación, la agarré por atrás y se la metí, ella se agarró de frente al barandal, yo hice unos movimientos rápidos, de pronto ella me dijo "ya", cuando se la saque se vino a chorros vi como su fluido vaginal escurría, ella casi se desmaya de placer, no volvía en si por un momento, mi papel como su cogedor había cumplido su propósito, ella se veía tan satisfecha y yo feliz de dejarla como la deje, también le propuse que hiciéramos el ...

... sexo anal pero se negaba cada vez que se lo pedía porque le dolía,

Andaba de puta bajo las sábanas

Le comente que un día quisiera despertar y notar que ella este bien ensartada, ya que como todo hombre bien cogedor amanece con la verga bien parada y dura que hará hay veces que me duele de lo dura que se me pone entonces no sería algo difícil para ella, sin embargo no lo ha hecho, pero hizo una cosa mejor, estábamos según ya descansando nos disponíamos a dormir empecé a dormitar, creo que si me dormí por unos segundos, cuando sentí, la muy zorra estaba bajo las sábanas sentí el excitante camino que recorrió desde mis pies hasta mi entre pierna, jugueteo un poco, mi miembro empezó a despertar, yo en ese momento ya estaba que reventaba porque antes si me había mandado la verga pero así como que no con muchas ganas, pero esa noche ella tenía sed de mi amigo, cuando ya estaba buen efecto empezó con el glande en sus labios mientras que con una mano me agarraba la verga, se la fue metiendo más, pude sentir su lengua, como me la chupaba como si fuera un becerro acabado de nacer, poco a poco le perdió el miedo se la metió toda hasta la garganta hasta el punto de casi ahogarse, empezó a subir y bajar su cabeza con ligera rapidez, puede escuchar el ruido que hacía su garganta con mi verga adentro, el glush glush glush le fascinaba, esa acción fue pieza clave para agarrar confianza para mamármela cuando ella o yo quería, esa noche mi mujer se hizo más puta, porque también descubrí ...