1. LA HELADERIA


    Fecha: 22/09/2017, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    LA HELADERIA Nací hace treinta años bajo el signo de piscis, y crecí en una familia tradicional de clase media, estudié medicina y me especialicé en traumatología. Al comienzo de mis estudios conocí a Ignacio, un chico que en ese momento estaba terminando la carrera, a poco de recibirse, parte del proceso era dar algunas clases a los principiantes y ser evaluado por el catedrático de turno. Ese efímero contacto bastó para entablar una pequeña relación que fue creciendo en el tiempo y apenas un par de años después habíamos decidido casarnos. Pero la primavera de los primeros tiempos no duraría mucho, en el noviazgo todas son rosas, pero en el matrimonio una comprueba que toda rosa tiene espinas. En unos años el trabajaría mucho, además seguía especializándose en ginecología, debimos afrontar muchos sacrificios, el no vernos demasiado o llegar cansados a la cama serían cosas con lo que no podríamos luchar. Comenzamos a tener conflictos, Ignacio muchas veces se comportaba caprichosamente, con planteos ridículos y chiquilines, con celos infundados y creo que el momento en que me hicieron una propuesta laboral con un salario muy superior al suyo se transformó en un punto de quiebre, literalmente no podía soportar que ganara más que el en una ridícula posición machista. Y muchos problemas conyugales se trasladaron a la cama, poco a poco nos invadió la rutina, y nuestro sexo fue marchitando rápidamente. A pesar de todo, fuera como fuera, nos unía un proyecto de vida, una profesión, ...
    ... y lo seguía amando como el primer día, decidida a superar juntos los problemas que surgieran y la infidelidad no era algo que se cruzara por mi cabeza. El cariñosamente me llama ‘negra’, por el solo hecho de tener la tez apenas más oscura que la suya y por mis renegridos y enrulados cabellos, en rara ocasión me llama por mi nombre, Lara. Como dije tengo cabellos largos y negros, ojos del mismo color y largas pestañas, de cara redonda y boca con gruesos labios. Soy de estatura normal para una mujer, pechos pequeños pero bien formados y cintura acorde, un tanto culona, tengo grandes caderas y un trasero pomposo que resalta a simple vista de la línea de mi cuerpo, digamos que mi cola siempre fue mi centro de atención y mis piernas se armonizan con mi silueta. Sin falsa modestia puedo decir que soy más bonita que la media de las mujeres, especialmente por mi trasero, porque internamente una sabe de sus atributos y cuanto pueden pesar en el sexo opuesto. Me gusta sentirme mirada por los hombres, sentir los ojos masculinos pegados a mi cuerpo deseándome, me hace sentir puta, sucia, hermosa, en especial, disfruto más si me miran cuando estoy en compañía de Ignacio, esos momentos en que caminamos tomados de la mano y al cruzar con algún ocasional caballero, siento que me devora con la mirada, deseosa, pecaminosa, aunque Ignacio no lo note una siente ese calor que la quema y la excita, para que negarlo. Un acontecimiento reciente precipitaría las cosas, había trabajado muchas horas, ...
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