1. Descubrí el punto A , en el culo de mi cuñada ¡Qué putaza!


    Fecha: 06/03/2020, Categorías: Incesto Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... frente a mi hablando no sé de qué cosas domésticas, que ni recuerdo pues todos mis sentidos se repartían en la abertura de la camisa que mostraba más de lo prudente las agitadas bellezas mamarias, sumado al movimiento de cruzar y descruzar las piernas al mejor estilo de Sharon Stone en Bajos instintos, por cierto que los míos estaban bien bajos y alterados, sin poder apartarme de la vellosidad que me nubla el entendimiento en cada cruce de piernas, algo que tenía “calientemente” calculado.
    
    De más está explicar que todo esto era deliberado y estratégicamente manejado por ella, me dejé conducir en este juego de seducción, que ella controlaba como pocas. Sonríe insinuante, humedece con la lengua el labio inferior, chupa su dedo índice, pendiente de mis reacciones para conseguir que mi estado pasara de la indiferencia al de atento observador. Desde aquí al estado de excitación fue tan sólo un trámite, simple y rápido, tal era mi fascinación que las consecuencias en mi entrepierna eran harto evidentes. Su sonrisa agradece el halago de ver como el testimonio entre mis piernas se hacía notar a full.
    
    Los gestos pudieron sobre la prudencia, la tentación y el deseo sobre la cordura. Me levanté, abrazarla, tomada de la nuca la apreté contra mí cuerpo, necesitaba sentirla contra mí. Ella se encontró delante de su rostro al efecto de sus insinuaciones, lo libertó sin mucho preámbulo.
    
    Tomó la carne en su máxima erección, los dos meses sin contacto femenino exhibían la prueba ...
    ... fehaciente, abrió grandes los ojos en señal de franca admiración, lo tomó “a manos llenas”, lo beso con la boca bien abierta. El mundo dejó de girar por un instante, fue el tiempo que demoró en tomarlo entre sus manos y friccionarla, suave, suavemente, sin sacársela de la boca, perdí la visión de mi carne y de mi vida: estaba dentro de su boca.
    
    Desde ahí el calor de su boca me llegó al alma, no podía pensar en otra cosa que mi placer, no había nada en el mundo que me pudiera soltar de ella, cuando volvía los ojos la encontraba fija en mis reacciones, controlando y manejando cada uno de mis gestos. Sus movimientos de vaivén y de presión sobre la carne hinchada y caliente se hacen más rápidos y urgentes, se adapta a la crispación de mis manos en su nuca, me las saca para manejarse con comodidad, ahora las manos de mi cuñada me toman de las nalgas, las estrujan al mismo tiempo que siento la ebullición del semen emprendiendo la carrera hacia la libertad.
    
    Aprecia cada gesto, cada latido íntimo, siente y presiente la inminente “venida”, sus ojos hablan lo que su boca no puede pronunciar: - ¡Vamos!, ¡vamos! –parecen decir, gesticulando la cabeza.
    
    Me preparo, se tensan los músculos de mi espalda, las piernas tensas, los movimientos de vaivén en su boca se hacen más rígidos, ella sabe que la liberación de esperma es inminente, sus ojos lo dicen, y un leve gesto de su cabeza me incita: -¡Vamos, vamos!
    
    Cierro los ojos, echo la cabeza atrás y.… me dejo ir...
    
    Me voy en esa boca, ...
«1234...9»