Desafío de galaxias (capitulo 18)
Fecha: 22/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... acantilados de Raissa, rodeado de jardines. Las dos estatuas que las representan, cogidas de la mano, miran al infinito mar que tanto amaron. Al pie del monumento, sentada en un banco, Marisol, pensativa, mira también al horizonte. Por un lateral se aproximó Anahis acompañada por los cuatro desconocidos de Magallanes. Se detuvo a unos metros y haciendo una indicación, uno de ellos se adelantó. Marisol lo observó con semblante inexpresivo y dando unos golpecitos en el banco le indico que se sentara a su lado.
—Me dicen que te llamas Bertil, y que eres un ancestro… un kedar, —afirmó Marisol más que pregunto.
—Así es mi señora.
—¿Cómo están las cosas en tu galaxia?
—Muy mal mi señora. En estos días he oído hablar mucho de usted, en un año ha conseguido mucho más que nosotros en mil. Mi galaxia está devastada a todos los niveles, calculamos que en total no quedaran más de doce o trece mil millones de todas las etnias kedar.
—¿Cómo sobrevivís?
—Como podemos, escondiéndonos continuamente, robando comida…
—¿Qué hacíais en la zona del Ares? —preguntó interrumpiéndole.
—Oímos que alguien había derrotado a los bulban, y como no éramos nosotros, fuimos a investigar… pero nos descubrieron, —y Bertil, después de una ligera pausa, añadió—. No confía en nosotros, ¿verdad?
—No me puedo permitir ese lujo, —contestó Marisol mirándole por primera vez—. El oráculo dijo que seréis de gran ayuda en la guerra, pero ni tú, ni Pulqueria, sois ella, —dijo haciendo un gesto ...
... con la cabeza en dirección a la estatua de Matilda.
—¿Quiénes son?
—La de la derecha es Matilda, la otra es Ushlas, su amor, —la respuesta produjo un gesto de sorpresa en Bertil.
—Pero son dos mujeres…
—¿Y?
—Que dos mujeres no se pueden amar.
—Mi pareja es esa hembra mandoriana que os ha acompañado hasta aquí, y te aseguro que estoy profundamente enamorada de ella, —la centelleante mirada de Marisol atravesó a Bertil que bajo la vista.
—Siento haberla ofendido mi señora, pero en mi galaxia las cosas son distintas.
—No me extraña que estéis como estáis. Dos hembras, ella y la Princesa Súm, lideraron la victoria sobre el emperador en la guerra más colosal que ha visto está galaxia, y mandando sobre cientos de naves y millones de soldados.
—Posiblemente seré un imbécil mi señora, y sé que hago mal en aferrarme a una cultura… o una forma de pensar… no sé, y ver las cosas por el prisma de algo que saltó por los aires hace cientos de años, pero es que no tenemos nada más.
—Lo entiendo, pero tenéis que cambiar, sobre todo tú si finalmente te conviertes en un líder.
—Mi señora, no hay problema…
—La priora de Konark me ha dicho que estás entrenado para el combate, pero que no tienes experiencia practica.
—Desgraciadamente es así mi señora, en mi mundo no nos enfrentamos a ellos… huimos. Nuestros grupos armados tienen muchos civiles a su cargo y no podemos ponerlos en peligro.
—Lo comprendo, —dijo Marisol poniendo una mano sobre el hombro de ...